El compromiso de la espada

Se compromete la espada
a ser destello mortal
inapelable y duro.​

Una vez desenvainada
nada salvo las rocas
se opone a su filo,
salvo la dura armadura.​

Fría y letal la espada
alza su mortal voz
de metálica serpiente,
guadaña herida
por la recta muerte.​

Por eso vive en su oscura vaina.
Para que nada sepa del sol
ni de las flores.
Ni de la suave voz
de una mujer enamorada.​

Luis de Pablos​

http://www.luisdepablos.com/FMUSICA/Reiki-EL COMPROMISO.asf

​

 

Aplausos, aplausos, aplausos. Hace muy bien esa fría espada en estar envainada.

Vaya regalitos matutinos, Luis, gracias, muchas gracias.

Un besazo

 

Me parece que por el mundo andan sueltas muchas espadas como esa eh? No hace falta ser metal para estar encerrado y no saber del sol y de las flores.
Muy bueno el final.
Un abrazo.

 

Muchas gracias Ana. Me alegra mucho, mucho que te haya gustado.

Un beso

Luis

 

Aquí tienes más aplausos. Me ha encantado el poema, además, creo que lo has dejado con la medida justa.

Un abrazo.

 

No y tanto que no hace falta ser de metal y muchas andan sueltas, por supuesto.

Gracias, Emilio

Un abrazo

Luis

 

La espada solo tiene un único fin: hacer daño.
Aunque se le utilice para los ideales más nobles, para los fines más entregados al prójimo, la espada solo daña y quita la vida.
Por eso no debe conocer ni los destellos del sol, ni los aromas de las flores.
Y claro, menos la dulce y suave voz de la mujer enamorada.
¡Bravo Luis! Un poema histórico - romántico.
Abrazos
Gustavo

 

Me alegra que te haya gustado, Meigo.

Bueno, lo de la medida a veces la fijo yo, en otras ocasiones es el propio poema el que me la reclama.

Muchas gracias

Un abrazo

Luis

 

Gracias, Gustavo, por el comentario amable y generoso, como siempre.

Un abrazo

Luis

 

Sólo un gran poeta es capaz de hacer versos- destellos con el filo de una espada. Arma blanca que reluce, empero, multicolor.

Épico, casi. Más ético aún... Precioso como siempre, Caballero.

Abajo las armas, Arriba tu Poesía.

 

Así es, más bien ético y más, siempre más

Muchas gracias, Graciela. Siempre espero tu paso por mis letras, con impaciencia.

Un beso

Luis

 

Ha sido una estupenda evocación del "alma de la espada", cuya característica es que justamente carece de alma.
Y esos filos serpenteantes aparecen a cada rato en nuestra vida, sentimos su amenaza, ya no por el cortante filo, sino por las múltiples y variadas formas de rajarnos que tiene hoy en día el ser humano.

 

Dejemos la espada sin desenvainar, Luis... que no roce ni de cerca el amor...

Qué decirte? Que me encantó.

Un beso, amigo.

 

Gracias, mono, por ese interesante comentario.

Un abrazo

Luis

 

Pues yo lo tengo claro: Me encanta que te encante

Un beso

Luis

 

Por desgracia, siempre habrá espadas, cosas o personas que hieran y maten pero, si algo puede mantenerlas en sus vainas, indudablemente es la voz y los gestos de amor, del tipo que sean.

Un beso, Adela

 

Así es, Adela.

Gracias por la lectura.

Un beso

Luis

 

muy bueno esté, si la espada y su destino de muerte,oculta en su vaina para no suavisarla...aunque no se sabe...por ahi se vuelve más certera...que se yo chau.

 

Quiero sumarme al aplauso. Algunas veces la belleza de los objetos (con su connotación inherente) nos seduce y nos transporta a esa épica que de niños quisimos vivir. La espada que nos muestras no está envainada y a ella le hacemos reverencia. Un abrazo...

 

¡Joder! que guapo ese poder que se otorga a las armas blancas, que me traen a la memoria "El puñal" Borges. recomendado

se saluda

 

Tienes mucho tacto a la hora de escribir un poema.
Tú que dices que vas ya a toro pasado...
Sigue escribiendo así, compañero.

Un abrazo.

 

Ah, ya veo que sí es cierto que ibas a seguir en mis poemas. Muchas gracias por ello, Guillermo y muchas gracias también, por tu amabilidad.

Un abrazo

Luis

 

Muchas gracias, heinar, es un verdadero placer el encontrarte en mis versos y que te gusten

Un abrazo

 

Haces bien en acordarte de ese imporesionante poema de Borges, porque sin duda, algo tuvo que ver en la gestación de esta espada mía...salvando la inconmensurables distancias, dicho sea de paso.

Un abrazo ymuchas gracias.

 

Voy a intentarlo, David, te lo aseguro, voy a intentarlo.

Un abrazo y muchas gracias.

 

Estaba revisando comentarios no contestados y me encuentro con este tuyo, de finales del amado verano que ya me ha abandonado.

Etico, dentro de la épica, más ético que otra caso, sin duda.

Un beso y mi agradecimiento

 

Duerme tranquila la espada, quizás rememorando los sueños, tal vez esperando la mano amiga que la desenvaine y escriba de ella, poemas como este que nos regalas Luis.
Un abrazo

 

Juegas con habilidad enfrentando lo que la espada simboliza ante la belleza más delicada. Gran poema, Luis

 

Gracias, una vez más, Antonio, por tus lecturas y comentarios. Eres muy amable.

Un abrazo