Piojillos (Vicisitudes de una madre)

Piojillos (Vicisitudes de una madre)

Quince piojos, que no es poco,
de una cabeza he sacado .
¡Ay!, ese parásito malvado
a mi niña ha infectado,
y yo, cual madre solvente,
he acudido al llamado
de su rasgueo demente;
que no le alcanzaban las manos,
para calmar el ardor
que esos bichos chiquitines
infligían a mi amor.
Pobre Hija, ha sufrido,
paciente, del peine fino
que su madre, o sea yo,
meticulosa he usado.
Abatido el enemigo
sólo nos queda pedir
que mañana no la invadan
nuevamente en el jardín.

 

Qué epidemia la de los indeseables "visitantes". Para mí que -desde los laboratorios - arrojan liendres a propósito. Y lo peor es que no sólo pululan por el nivel inicial... sino en todas las etapas... ja ja ja.


Muy gracioso tu lamento anti pediculósico.:::sonreir1:::


Un abrazo, Vevero.

 

jejeeje te ayudo a la var a la niña? jiji besos

 

En varias ocasiones tuve que realizar esa misma operación del peine fino (o lendrera),a mi niño,y tenerlo con el gorro de goma en la cabeza y el producto que pica como un demonio, y todo el suplicio para que al día siguiente al volver de la escuela me trajera piojos nuevos.¡Como los odio!Al final decidí raparle como un soldado y ya no los ha vuelto a pillar. Lindo y divertido tu poema,besitos,Estrella:::banana:::

 

Gracias Ciela, yo creo lo mismo que vos... y no me digas que voy a sufrir esto todavía unos cuantos años más, por favor!!

 

Jajajaja,que lucha con la liendrera por Dios,todas nos hemos visto así,limpiando de piojos a los cachorros y co miedo de ser infectadas.Muy divertido tu poema,abrazos y estrellas.

 

Ayyy no me reuerdes "las liendres" crujian como cucarachas jajajaj un abrazo

 

higiénico divertido e ilustrador poema, un placer su lectura.

 

Gracias Estre, pero mi hija no quedaría muy bien rapada jajaja
besitos

 

Hay los piojos! Creo que nadie se libra de ellos.

 

jajaja siempre es un placer nadar en tus letras. saludos:::banana:::

 

una vez luche con un piojo
me cansé y me hice amigo
le dije que en la cabeza de al lado
era más grato el abrigo.

un placer recorrer tus escritos.

un gran saludo.