Oscar Andrés (q.e.p.d.)

A mi sobrino muerto en la flor de su juventud.


[FONT=&quot]Oscar Andrés

[FONT=&quot]Alma que deja sus hojas
y flores dispersas,
una flor de amapola,
un bosque y una ola,
ciclón preocupado que
ruge sobre los mares
y duerme en una cascada suave.

Alma que no es obstáculo,
que está ahí simplemente,
sangre caliente en torno a las aguas,
que soñó despertarse en la primavera.

Alma que durmió y esperó ser eterna,
nieva en las tristezas y se disuelve pronto,
que permanece brevemente,
abierta al campo,
sin constatar una distancia.

Alma que debe morirse,
de un dolor, de un suspiro,
sin perder su elegancia,
que posee normalmente a la alegría,
que yerra sin culpa en el fuego del pensamiento.

Alma que viaja lejos,
viento que levanta la vela fina,
que se despierta por primera vez en su vida entera,
alcanzando ese lugar tranquilo donde la brisa
transita libre por los bosques y peñascos.

 

Hermosas
aunque tristes y muy sentidas letras.

La muerte aunque triste
siempre deja algo para reflexionar...
Saludos
​

 

Gracias querida por el detalle de darme tu pésame.

 

Lamentable perdida,no es natural que uno deje ir seres que apenas empiezan a abrirse a la vida,se que es la ley de la existencia y la muerte es lo unico seguro que tenemos,pero simplemente resignarse cuesta,.tus letras dejan una reflexion,aunque no se porq causa dejo esta tierra pero espero que su memoria permanezca,pues recordemos que no existe un adios mientras un recuerdo llegue a nuestro pensamiento,y ahi vivira eternamente...MI SENTIDO PESAME
SALUDOS

 

Muchas gracias querida amiga por estar presente.

 

que bonito a sido leerte, a veces, la trsiteza y el dolor se sienten bonito porque nos permiten hacer cosas hermosas como este sentido y amoroso poema.

 

Paula muchas gracias por acompanarme.