¡Qué justa tu llegada!

Tengo aquí conmigo
todos tus amaneceres,
tus tardes, tus años...
y todas las esperas que te debo,
pero también tengo mi amor y tu forma,
tu silencio y tu contacto imperioso.

¡Qué justa tu llegada!,
sin señales, sin límites;
yo sabía que tu nombre aromaría mi noche,
con fragancia de almendras,
sabía que tu ancestral deseo,
me haría garabatear palabras nuevas.

Llegaste con rostro de otoño
a convertirte en mi hallazgo,
a matar mi silencio, con tu voz naciente,
a encender mi brasa,
a tejer mi música.

Tengo aquí conmigo a esta boca salobre,
ansiosa de tus sabores minerales,
ansiosa de desatar
aliento nuevo a tus linderos,
ansiosa, de gritar tu nombre.




...........(a mi dama).

 

Y justo hallar versos con tanto romance para acariciar la musa; qué grato haberle leído hoy.

Un fuerte abrazo.

 

Y tú sabes decirle muy bien dichos esos versos a tu dama. Abrazos.

 

¡¡Clarita!!...¡gracias por tu apreciación!..¡que grata me resulta tu visita...te mando un abrazo afectuoso.

 

Tuti...¡que grata es tu visita para mí!..bueno ..y para mi musa también
¡gracias tuti..tu visita alienta a mi verso!

 

El amor, si es amor, es la mejor y más bella de las puntualidades. Como de costumbre, no dan ganas de alejarse de tus versos. Bueno, de paso les daré unos toquecitos: vos ya sabés que siempre intento que luzcan más y mejor. Un beso desde la siesta porteño, Guillermo.

 

¡¡Ciela!!..¡holaa!!..¡que bueno verte por estos lares!,de verdad que me resultan muy gratos tus comentarios.
Ciela..yo nunca discuto con los que saben,así que en tanto no te resulte enfadoso darle sus retoques a mis escritos..¡¡caramba!!..¡pues yo encantado!..y eso sí..muy agradecido por tus lindas atenciones..en verdad que sí..POR ESE INMERECIDO APOYO QUE RECIBO DE VOS

te mando un beso y abrazos hasta la bella y polifacética ARGENTINA