De la luna carcomida

Parte I

Pero un día teñí mis versos de negro
-carne y papel-
los encerré en el delirio.

Corté las palabras en retazos simétricos
-cuchillo de carnicero.-

Dejé que se guardaran entre los vestigios
de la luna carcomida,
solemne e insólita
como colgada apenas
por los últimos hilos vegetales.


Guardé las sombras a los pies de la desdicha
mutiliadas para siempre
entre pieles suicidantes;
hipnóticas.

Tuve los besos del diablo
etéreos y de sabor metálico
los pinté con letras tristes para esta noche
dejados por siempre al desdén de las flores
de circo.

(...)
​

 

Hola, me despejo un poco del trabajo rutinario leyendo... hoy me he tropezado con un pedazo de alma inerte.

Me gustan tus letras.

 

Gracias por su comentario.
Saludos, un abrazo

 

Muestras, tanto muestra y tan poco muestras. Es un paseo de metáforas que he disfrutado, especialmente la última estrofa. Te felicito y te dejo mis estrellas, sin embargo, espero que no se carcoma la luna.

Salud y Eternidad.

 

aunque misterioso no deja de llevar ese toque de romanticismo , muy bueno