Por las noches

Una luz en el tejado,
un fulgor que parpadea,
una sombra que camina
cautelosa en la azotea;

dos enemigos se cruzan,
con la mirada se retan,
la luna asoma entre nubes
iluminando la escena.

Un bulto negro que amaga,
un grito de guerra suena,
un bufido, acometida,
lid en la noche serena.

Un rifirrafe de gatos,
una ruidosa pelea,
ladra a lo lejos un perro
a un caminante que vela.

Un llanto tras un gemido,
una ventana entreabierta,
un estertor en la noche
que al silencio desconcierta.

Vuelve el silencio y, en sombras,
cautivas las sombras quedan,
en la quietud de las calles,
en la madrugada incierta.

Amanece en los tejados,
un albor que se apodera
de los rincones oscuros,
de callejones y aceras,

baña con tonos dorados,
blanca luz que amarillea,
las flores de los balcones,
los frutos de las palmeras.

Se despiertan los gorriones
que alegres revolotean
y, en la plaza, los palomos,
tras las palomas zurean.

Las calles se van poblando
de gentes que parlotean,
unas que van al trabajo,
otras que trabajo sueñan,

y pandillas de estudiantes
caminando hacia la escuela
con las carteras cargadas
cual si fuesen a la guerra.

Apenas sin darme cuenta
pasa el sol, la tarde llega,
la noche, llena de sombras,
nos oculta sus miserias.​

 

Grande,muy grande es tu versar amigo Ángel.Todo un placer recorrerlo. Estrellas a tu talento. Un abrazo.

 

Casi parecen voces humanas, cantos lastimeros y luego gritos desafiantes. Si no me invadiera la pereza creo que sumaría otro zapato viejo a ese tejado. Saludos cordiales y estrellas para ti Angel.

 

Gracias Pedro, Sergio. Lo del zapato no "porfa", el otro día ya me dieron en la cabeza.

 

Perfecto romance octosílabo donde se dan las constantes de tu poesía, sus aspectos más sobresalientes. Los objetos retratados son siempre evocadores de la realidad, de las cosas cotidianas, pero su disposición y el modo en que administras la información temina por producirnos esos sentimientos que sin ser nombrados están en toda tu poesía: la añoranza, la brevedad de la vida, la tristeza y la melancolía. De esas cosas y esos bellos sentimientos eres maestro indiscutible.

 

Como ya he dicho en otras ocasiones, haceis que sua mi ego. Gracias.