La noche lenta

LA NOCHE LENTA

Cada vez más, asiento mis pisadas
y mi cansancio… En el refugio cómodo de tu calor.
Pero invisibles estelas del olvido
consuman la ausencia de ternura.
Solo a veces tormentas de pasión…
me equilibran en esta sordera de amor,
no escucho la desnudes de tus palabras,
que aunque plagadas de respuestas, se callan.
Posiblemente pronto seremos tiempo
anudado a nuestros huesos.
Quizás esperábamos recibir lo que no se da…
y mientras tanto a la espera,
de que se llene la noche lenta
con toda su impredecible memoria
Seguiremos siendo el deambular de los sentimientos
Que no terminan de separarse del cordón
umbilical de nuestras vidas.
Tal vez un día, los dos seremos… uno
en el descanso eterno de nuestro ser.
Mientras tanto te quiero amor mío
hasta el fin de los días


Ribe….

 

cada día es algo nuevo y a veces no hay un fin, grato leerle en su dulce escrito