No puedes seguirme a donde voy

​

Cuando llegue la hora del crepúsculo
y sola me veas partir sin equipaje,
quiero que sepas que en mi mano,
llevaré tu última carta, como estandarte.​

No puedes seguirme a donde voy,
pero esperaré con paciencia tu llegada
aunque miles de tiempos pasen,
preparando tu venida con amor.​

En la estación
el tren ya ruge,
el maquinista esta impaciente,
me hace señales el revisor.​

Veo delante de mi
una autopista sin peaje,
si puedo, al llegar
te haré saber como fue mi viaje.​

[SIZE=4]Rosario de Cuenca Esteban[/SIZE]​

 

Hermoso...

Allá te espero.

Un abrazote.

 

Muchas gracias, César, nos esperamos.
un abrazo
Rosario

 

Muchas gracias, guapa y un abrazo fuerte
Rosario

 

Cuándo leí el tema pensé en jesucristo! Pero fue grao leerte todos esperan ese viaje! Yo anhelo jamás emprenderlo! Saludos! Poeta! Si lo se soy soñadora, pero es así como creo mí verdad! Está hermoso su poema!

 

¡Mil gracias! y un beso
Rosario

 

Hermosos versos que llenan de suavidad la profundidad en tus imagenes de ese viaje sin retorno,me gusto el enfoque del contenido,muy bien manejado como una gran verdad de la realidad,saludos cariñosos.

 

Muy buenas lineas, suena como una despedida... gracias por compartir estos versos fascinantes!!!

un abrazo

 

Muchas gracias y un beso
Rosario

 

Mil gracias y un abrazo
Rosario