Escapada

Escapé de las garras de la urbe,
porque ya sus vapores me asfixiaban
con la muerte aguardando en cada esquina,
mas no era la del cuerpo: la del alma;
un alma en soledad tan infinita,
rodeada de otras almas solitarias
que, entre hierro y cemento, día a día,
bajo un grisáceo cielo se agostaban.

Recorrí muchas sendas y caminos
atrochando por montes y cañadas,
hasta encontrar, por fin, el cielo puro,
el viento fresco que curtió mi cara,
los olorosos campos serpeados
por juguetones ríos de agua clara,
donde álamos y robles dan cobijo
a cientos de avecillas en sus ramas.

Y allí, entre los trigales y amapolas,
allí planté mi tienda, mi morada,
di esquinazo a la muerte que, perdida,
aun me estará buscando por las ramblas...

Juan de Escobedo.

 

Hola lindo mensaje, salir de la cuidad para disfrutar el aire fresco del campo, una cabaña entre los árboles, lena de luz y aromas silvestres. Saludos
¡SONRIE!

 

Nací en una gran ciudad y viví en ella hasta que no pude soportar la soledad enmedio de la muchedumbre, mujerbonita; ahora no es que viva en una cabaña enmedio del campo, pero lo tengo a la puerta de casa y gozo de todo lo que me ofrece. Gracias por tu visita y tus saludos a los que correspondo como merecen.

 

Yo también vivo en una gran ciudad amigo,
Pero si uno siente soledad la siente en la gran ciudad
y también en el campo, a veces la soledad es cuestión de uno mismo,
pero ya me alegra que hayas encontrado calma en tu alma
al sentir las puertas abiertas un mundo más libre.
Me encanto tu poema, me parece fantástico, me deleito su lectura.
Te dejo estrellas, las recogí en un puñadito, aquí a la orilla del mar,
aquí es muy fácil sentirte junto a ellas, mi repu vaya para tus buenas letras,
para ti un abrazo y arrumaco para tu alma.
Con cariño.
Lola

 

Hay elocuencia y armonía en el poema, una bella y siempre bien recibida sinceridad en cada verso. Excelente el cierre.
Estrellas y un fuerte abrazo, ha sido un gusto leerte

 

Lo que no haga la bella y grandiosa naturaleza, no lo hace nadie, bello poema, bellos son esos encuentros que hacen revivir a cualquier ser que sienta profundamente la ternura de ese manto verde, me encantó Escobedo, un beso lleno de mucho cariño

 

Muchísimas gracias, amiga Lola, por tu visita y por dejarme tu opinión de una manera tan sopesada y afectuosa; ah y por esas estrellas marinas que me encantan. Saludos cordiales.

 

Muchas gracias, Mayca, por pasarte y dejarme tu opinión tan halagadora y tu afecto. yo también te dejo el mío.

 

Muy agradecido por pasarte, Liz Barrio, y por dejarme tu opinión sobre unso versos que me alegro hayas disfrutado. Ah y gracias por tus estrellas y tu abrazo, al que correspondo como se merece.

 

La Madre naturaleza, cómo no consolar, abrigar y dar compañia a sus hijos, sólo hay que reconcerla como tal y nuestras anciedades serán socegadas...un enorme gusto llegar a tus letras...mis estrellas

 

Buenísimo Escobedo!!! Te envidio!!!

Honores a tu escapada!!

Saludos!

 

Ha sido un placer, campesina, recibir tu visita con ese comentario tan sencillo y, a la vez, tan completo. Gracias por tus estrellas y un saludo.

 

Muchas gracias, Jorge Toro, por tu visita, por tu sana envidia y por los honores que le otorgas a mi escapada. Un saludo muy cordial.

 

Gran acierto y precioso poema
besos y estrellas
Rosario

 

Muchas gracias por pasarte, mi querida amiga Rosario, y dejar tu opinióm, ya influenciada por el afecto que me profesas. Que conste que el afecto es mútuo.

 

Hermoso, te mando mis estrellas...

 

Muy agradecido, amiga Ludmila, por tu visita y tus estrellas. Saludos.