Sólo quiero haber vivido...

Si en el borde de la vida
amarte así es insolente,
no me importa que la suerte
no interprete mi camino
y si tengo que vivir
sin haberte conocido,
sin haberme adormecido
en el sabor de tu frente,
que me lleve la corriente
por el sudor de tu olvido.
Sólo quiero haber vivido
sintiendo tu boca cerca
como un dulce destino
que de almíbar se siente.
Así,
sólo quiero haber vivido
si me enamora la muerte.​

 

Con el hecho consumado ¿quién entonces podrá quitarte lo vivido? Excelente poesía, poeta Ludmila.

 

Gracias Daniel, te agradezco el paso y comentario...(hoy un poco más vieja...)Cariños.

 

Vivir de tal manera que sepamos que en cualquier momento la muerte nos espera.
Un encanto tu poesía.
Estrellas a tu pluma.
Abrazos.
Ana

 

Romántico y rítmico poema, creo que te salió de un tirón y te quedó joya.
besos ludmiiiiiiiiiiila

 

Gracias Ana por tu comentario...

 

Gracias Marce, hay momentos que me inspiran...besotes...

 

Como dice el tango " que me quiten lo bailao"

Grandes letras.

Te abrazo!

 

ludmila, yaaaaaaa!! lo viviste amiga, saludos

 

Tus versos tienen carácter y fuerza. Estos que nos hablan de esas concesiones que hacemos para acceder al sabor del amor, así no esté completamente delineado en el destino. Abrazos Ludmi.

 

Gracias Jorge, eso sí que es mío...cariños.

 

Hola ludmila, pues adelante que se cumplan todos tus deseos, antes que llegue la muerte. Saludos y estrellas
¡SONRIE!

 

Te mando estrellas de colores, amiga
un abrazo
Rosario

 

Un texto muy interesante con un final que no me esperaba...no obstante la muerte no enamora...aún para la poética no deja de ser una puerta que quien escribe dice su destino...lugar a donde lleva o no lleva. Pero entender así como tu lo entiendes es un modo interesante de ver. Un abrazo. Sergio.

 

Gracias Ser, me ha encantado tu comentario...

 

Buen poema mi estimada congratulaciones para tí- y un saludo cordial desde esta tierra
gamaliel

 

Es estupendo. ¿A qué temer a la muerte? Muchos de los mejores poetas de todos los tiempos y muchos de los malos poetas de siempre moririamos de tedio y no de muerte si no nos prestara la muerte sus labios.
Un abrazo, querida Ludmila.

 

Gracias por tu deseo y tu visita. cariños.