Devora mi piel

Estás aquí, mujer intermitente
fémina destructiva y regenerativa
consume la carne de quien es tuyo eternamente
permite el desenfreno en tu cuerpo
de mi pasión cautiva


Estás aquí... Amada soñada
de aquel entonces
son tus ojos hipnóticos
provocadores del transe
ese incentivador de mis deseos...

Los que desde mucho antes conoces,
permítele a mi esperanza
el que sobre tu desnudez
por fin descanse.


Tienes hambre de lujuria
yo sed de amor sin final
delinquiremos a la soledad con injuria
sin miedo al dictamen de algún tribunal.


Ven si temores a los brazos que te llaman
deja al menos por hoy que sea yo y no él;
atiénde el alma y el cuerpo que por ti claman
da rienda suelta a tu seducción... devora mi piel.


​

 

Anda miralo a él queriendolo que lo devoren jajajj, que bueno te han salido esos versos niño.Un abrazote abda

 

Gracias por tus palabras Rosa, un gusto encontrar tu comentario. Bendiciones.

 

¡Qué apasionante! Lujuria y amor se mezclan para solicitar en deseo que te devoren la piel.
Buenos versos, pero la cuarta estrofa resultó ser mi favorita, me encantó.
El hambre y la sed, delinquir por placer y afecto.
Bello, Oso. Qué gusto cruzarme con esta joya.

 

Estimado Kimbisero, acabo de leer tu poema, pleno de amor, deseo y pasión, realmente, me han llegado tus versos, muy buen escrito, donde predomina la pasión.

Felicitaciones y un fuerte abrazo.Bendiciones y todas las estrellas merecidas.


Hector Alberto Villarruel.

 

Una sensual invitación a la lujuria. A veces buena, a veces prohibida. Un gusto leerte. Saludos.

 

Estás aquí... Amada soñada
de aquel entonces
son tus ojos hipnóticos
provocadores del transe
ese incentivador de mis deseos...


Deliciosos versos invitando a la pasión desenfrenada. Me encantó pasar por tus sensuales versos. Recibe un cálido saludo desde Cosquín - Argentina