El amanecer herido

Ciega mis ojos este amanecer herido
siembra de víctimas el siniestro vacío,
sangre, horror y cataclismo.

Como una tormenta mana rendido
la lava del volcán al ser sacudido
y solo quedan cenizas tras el estañido.

Alsespertar el dia dormido
la noche regresa hacia el infinito
y renace el sol pálido y marchito.

Casi al borde de un negro abismo
el mundo parece un silencioso espejismo
donde se desvanecen tu rostro y el mío.

De tristeza sombria surge el olvido
mudo y oscuro que se me hace distinto
de tantas palabras que no se han dicho.

De sangre carmesí se tiñó el rocio
y de la misma rosa brotó un suspiro,
la voz del soldado que cae herido.

Inquieta tormenta grita en mis oidos,
calumnias que siegan el amor vivido
a los pies de un pedestal, frustado y caído.

Somos como la presa que cae en el nido,
sujeta por las garras de su enemigo,
intenta liberarse sin conseguirlo.

Se cierne la noche sobre un tramo de siglo,
observo y no acierto a distinguir el camino,
solo en la ceguera me he perdido.

Casi sin serlo acierto a sentirlo,
es como si el cielo estuviera afligido
y de negros nubarrones se cubre sombrío.

Retorna a mis ojos este amanecer herido,
derrumbado, estéril y destruido,
ni siquiera sé si estoy vivo.

Débil el hombre por su egoísmo,
inocente cumpable de ser él mismo,
echa a suertes su propio destino.

Como el fuego arde encendido,
las llamas del sol mientras le miro,
en las cumbres del cielo, alto y digno.

Resisto valiente y decidido,
lo embates del incierto peligro
que nos acecha astuto y felino.

Llanto que abrasas mi rostro cetrino,
nada tan difícil parecia sencillo,
visto por ls ojos que no han sufrido.

Se adentra en el valle ya anochecido,
brotando la chispa del sol vespertino,
la voz del soldado que cae herido.

Recuerdo las noches de un verano extinguido,
enque los hombres éramos distintos,
y creimos confiados en nuestro destino.

Cada uno de lo suyo pendientes vivimos,
si hicimos daño nunca lo quisimos,
al pretender la ambición de un objetivo.

Ahora ingenuos, por fin descubrimos,
cubierto de engaños el laberinto ,
que entre todos hemos construido.

Solo contemplamos como nos destruimos,
empleando el verdugo de nosotros mismos,
se asegura la trampa que nos ha oprimido.

Soy un humano en el amanecer herido,
de todos los hombres que han sufrido,
que ni uno solo repitió amigo.

Contemplan cansado el mundo vivido,
y despechados el dolor reprimido,
por tanto cariño que hemos perdido.

Renuncian al caer su corazón vencido,
no merece la pena luchar por los que se han ido,
únicos valores parte de uno mismo.

Pero aún quedan fuerzas para el sacrificio,
superar las lágrimas y el duro vacio,
la realidad es que seguimos vivos.

Luchar por la vida que se nos ha concedido,
vivir y sentir la felicidad contigo,
¿por qué los hombres hemos de herirnos
en este amanecer de la noche surgido?

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Generalmente amiga no leo poemas largos, me aburren;
pero en tu caso es diferente, pues es una proclama
que se convierte en una lucha constante,
desde tu mundo, desde tu súper yo.

Un gusto leerte y obviamente te apoyo,
a la NO violencia!!!!
Los soldados somos todos
y amanecemos más muertos
que el día anterior....

Besos cósmicos :::hug::: ​