Mujer y abismo

Lloras como una niña en mi hombro,
hoy que la noche ha susurrado soledad
y miedo en nuestra habitación.

Te escondes en mí y yo sólo quiero
perderme en los claveles de tu cabellos,
ardientes como esta noche infernal,
divinos como las lágrimas que los remojan.

Mujer, hay un abismo entre nosotros y no
vemos más allá del delirio de este miedo.
Hay sangre derramada por kilómetros en el
camino de nuestros días, de nuestras miradas,
y sólo queremos borrarla con gritos desesperados.

Lloras como una niña en mi hombro,
y me muestras que el amor es
más que huellas en los labios,
más que carmín brotando en tus senos.

Mujer, hoy me muestras que el amor es esta
noche, esta presencia fría que seca tus lágrimas
y perdona los abismos de nuestros pecados.

 

La soledad que amplía el abismo emocional; lo traslada a esa habitación llena de ausencias y de puentes infranqueables. Una bella poesía; melancolía dispuesta en torno a una ilusión.

Saludos poeta.

 

Tal Cual!
Un verdadero gusto leerte, agradezco al azar de haber hecho clic!
Saludos y suerte. M