Llorando ausencias

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Llorando ausencias sufres la vida,

largo el gemido por no vivir,

sin darte cuenta pasas al polvo,

tu tiempo llega y has de partir...



Sin darte cuenta, pasas y dejas

alguien que llore tu bien morir,

mas, partes ciego, sin haber visto,

la flor que un día se abrió por ti.



Y aquí se queda, desamparada,

como una sombra sobre el jardín,

arrugadita y desconsolada

la flor que un día se abrió por ti.​

 

Dicen que vivir para ver, pero a veces queda la duda de si el mundo es en realidad demasiado grande y si es justo que dispongamos de una sola vida para comprenderlo. A veces creo que el mito de los vampiros está ahí para consolarnos de esa injusticia. Si dispusiéramos de todo el tiempo del mundo las cosas tendrían una perspectiva diferente. Luis.

 

Por suerte no disponemos de ese tiempo. En este poema hay una incronguencia que no lo es tanto pero, sólo para mi.

 

Maestro recibe una lluvia de pétalos- estrellas a tus rimas asonantes en i...

 

Viniendo de ti esa lluvia es la vida misma.