De un recuerdo de un amor marchito

Una “princesa”, si es que en algún mundo puede llamársele así, esta hoy ante el trono de Virgilio, llevada a un espacio de leves pensamientos y mucha oscuridad. Poco a poco como una vela encendida junto a una ráfaga de viento al escuchar las palabras de un hombre sabio y digno, sus ilusiones se acaban, de hecho cuando intenta recuperarlas se da cuenta de un funesto desastre ha perdido el corazón no sabe cómo, supone que debió haber sido sacado de su sitio el día aquel en el que prometió a la sustancia indivisible y perfecta proteger y cuidar a un ángel enviado por ella, cuando de un momento a otro busca en los bolsillos de un traje nuevo que habría de ponerse hace poco recuerda que la llave no está, que alguna vez la entrego por amor ( si es que eso puede existir), mientras tanto en el mundo nadie puede verlo, o imaginarlo.

Alguna vez, un sabio como si hubiera predicho el futuro comento a la “princesa” que la vida o en el camino hacia la felicidad se basaba en proteger el corazón, hoy ella anhela poder devolver el tiempo cuidarlo como el mayor tesoro que algún mago o brujo pudiera haber regalado. El verdadero problema de esta doncella es como devolver el tiempo, como no sentirse culpable de enamorarse, como desdibujar cada línea del corazón o simplemente como poder dejar atrás del camino lo que para ella vale la pena y seguir adelante. Grave error es creer que las historias de frijoles sembrados que llegan hasta el infinito o que las espadas de brujos o hechiceros pueden ser delegadas a la mortalidad, aquellas sobre diosas como Atenea, Venus o hasta Cupido , nada de eso existe, todo es parte de una leyenda absurda, que a pesar de eso hoy puedo decir que envidio no solo a la historia, sino a los amores de Abril y Junio que te salvan de caer en el abismo del tedio y la repetición , extraño tener un corazón latiendo y miles de sueños permanentes que jamás volverán a aparecer…

Contemplo rosas del color más hermoso que alguna vez pudiera haber visto y eso me duele mas mucho mas, de hecho pienso y pienso y aun no comprendo cómo era posible haber entregado el corazón a una utopía a algo tan perfecto que no podía ser tangible .. Una vez más como ya lo he escrito, compruebo que cuando logras obtener cosas que no mereces, no son para siempre, de hecho nunca te pertenecieron, cuando no naces para recibir regalos de este tipo todos se desvanecen en un minuto como arena entre los dedos hoy en la soledad de mi corazón y de hecho de toda mi vida con una copa de vino en la mano y una bolsa de frituras de alguna de esas conocidas por el hombre escribo estas líneas para desahogar mi corazón.. Sé de antemano que hay mucho mas por escribir, pero lo hare solo cuando encuentre una mesa debajo de la cual esconderme, un paraíso oscuro o claro donde nadie me moleste, o simplemente cuando debajo del cielo y encima de la tierra haya algún lugar donde el tiempo pueda detenerse con tan solo pensarlo.