Durante la noche

dulce doncella
de oscuro vestido,
hoy te recuerdo
sin lograr minusuioso olvido.

caminas por mi tumba
triste y arrumbada
en el ultimo cementerio
de este nauseabundo mundo.

inmobil permanesco
en el atardecer podrido
de este amor
inmensamente asesino.

solo te miro danzar
alrededor del cuerpo
que mi alma desea
lograr abandonar.

pero al llegar la noche
la muerte me libera
de este cuerpo esclavizado
por el amor que por ti nacio.

el tiempo transcurre
mi cuerpo se destruye
mientras nos unimos
en un delirante beso
que ni el sol lo desaparece.

 

Me ha encantado desde principio al fin tu maravilloso poema, desde el otro lado del charco un abrazo regio,

 

Te agradesco que tomaras algo de tu tiempo y visitaras ese pequeño y digno fracmento que ha nacido en lo mâs profundo de mi pensamientô

 

La muerte me libera de este cuerpo esclavizado por el amor intensamente asesino, el amor como concepción de sufrimiento... muy válido considerando que no se habla del amor sino de sus consecuencias; ahora bien, tengo dos posibles causas de tal dolor que en realidad podrían complementarse Inmóvil permanezco y hoy te recuerdo sin lograr minucioso olvido...el permanecer inmóvil acosado por un recuerdo imborrable, sin poder hacer nada, opino es una probable causa.
Sin embargo me extraña que al inicio se mencione a la doncella como triste y vestida de negro de lo cual deduzco que los sentimientos no eran desapercibidos por las partes, podría tratarse de un amor no aceptado en este mundo (llamado imposible). Buen uso de metáforas sobretodo me quedo con atardecer podrido de este amor inmensamente asesino, como idea de un amor en ocaso apunto de terminar. Saludos fraternos.
Ignacio E. Bruegel