Disquisiciones Tristes y otros bemoles.

Hormigas en la lengua
mueven tus huesitos, licenciada,
y tarareas con silbos de gengibre
dulce nostalgia,
alegre o alegre,
de un día como una nube.

De un "ya voy que te vi llegar".
Saltas a la arena
y bailas con los leones.
¿Por qué no les ha de agradar
mover sus anchas cabelleras?
Fíjate en sus dientes,
que sanos están.

Un beso con alma viajera
aunque no me mueva de acá,
en una ola p'a mi Ciela
que seguro te llega por mar,
no es que el viento no sea azul
es que a mis besos le da miedo volar.

 

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Gracias, mi querido Viento Azul por sacarle tanto jugo poético a mis renglones nostálgicos.


Un gran abrazo.