Naufragio

Madera muerta que el silencio toca,
antes navío poderoso y fuerte,
la soledad perpetua nos advierte
que ya la vida en su interior es poca.

Ataca al casco virulenta y loca
el agua por pasar el barco inerte,
ya lentamente el tiempo lo convierte
en ruinas frías, pasto de la roca.

No volverá a surcar el oleaje
este precioso Argos del olvido,
ni en sus bodegas hallará equipaje.

Perece entre la triste arena hundido
con el silencio, esclavo del paraje,
recordando, quizá, lo que hubo sido.

 

Estimado David:

Excelente soneto nos compartes. tus descriptivos y hermosos versos me han hecho visualizar ese barco golpeado por la mar. Un paisaje triste pero que te agradezco compartir.

Me ha encantado leerte.

Saludos y buena vibra

 

Muchas gracias, musaendecasílaba. Tus comentarios son de los más agradable para mí.

 

Estimado David, excelente tu soneto, sinceramente disfrute de las imágenes que propone y de su desarrollo.
Te envío un gran abrazo amigo, primera vez que te leo y me ha gustado mucho.
Todas las estrellas y abrazos enormes.
Ariel.

 

Muchas gracias Ariel, un gran placer que hayas pasado.
Un abrazo.

 

Muy buen soneto, David: perfecto en su estructura y desarrollo argumental.

Un abrazo.

José Luis

 

Muchas gracias.
Otro abrazo para ti.

 

Muchas gracias, Maramín. Siempre un placer.

 

Qué solidez, amigo David y con esa doble lectura con la que podemos comparar todo aquello que antes de ser inservible fue hermoso, fuerte y gallardo. Muy bueno. Luis

 

Buen soneto, David. Excelente obra cuya lectura nos hace comparar a esa argo con otros aspectos del mundo, de la vida...
Un abrazo.
Xosé.

 

Muchas gracias, Luis.

 

Gracias Xosé.
Otro abrazo.