Sentidos Sin Sentido

Escondió la voz en un gesto apagado,
como un mago su secreto a voces.
Y prendió una ráfaga de ausencias
que todavía me hace temblar
las noches en que me acuesto sobrio.

No se dio cuenta de que me dejaba,
mi piel sí.
Un escalofrío fue mi despedida
de su cuerpo emigrante.

Me vi condenado a la brillantez
que te devuelve el desamor.
Y los sentidos dejaron
de tener sentido.
Hasta las dimensiones
fueron absurdas.

Fue la mano,
se la cogí
y me lo contó bajito.

Desde entonces la cama me queda holgada,
Y las mantas parecen lenguas de niebla
mojándome cada vez
que ensayo pequeñas muertes.

Pero vuelvo a despertarme cada día,
como si fuera una broma pesada
que dejó de tener gracia hace algunos siglos.

Nada más lejos de estar vivo
sigo rellenando huecos del reloj
con latidos inconscientes.

Si pudiera volver a sentir
el dolor me encorvaría
como el plástico en el fuego.

Deja que llore la lluvia,
deja que la ciudad vista triste,
que el otoño es el espejo embarrado
de las noches vacías.
Que mi atardecer se hace inmenso,
como un cementerio de ocasos.

Y en su belleza están las lágrimas
que no madurarán jamás.

Sí ... Aún respiro,
pero lo estoy dejando.

 

Hermoso poema amigo...

Me ha encantado el final y en sí todo el poema.

Saludos, hasta pronto.

 

Muchas gracias Adhrianm,
me gustó que fuera de tu agrado.

Un abrazo compañero,
no veremos en tus letras.

 

Ayyy viento y aún asi respiras mientras lo estás dejando. Todo precioso. Pero el final....Magistral! Yo también alguna vez he sido plástico encorvado en una hoguera y cómo duele caray, como duele. Repetitivamente...precioso!

 

No se dio cuenta de que me dejaba,
mi piel sí.
Un escalofrío fue mi despedida
de su cuerpo emigrante.


Desde entonces la cama me queda holgada,
Y las mantas parecen lenguas de niebla
mojándome cada vez
que ensayo pequeñas muertes.​

Mágnificas ímagenes de derrota interna...

Nada más lejos de estar vivo
sigo rellenando huecos del reloj
con latidos inconscientes.

Si pudiera volver a sentir
el dolor me encorvaría
como el plástico en el fuego.​

y el transcurrir del tiempo... es lo que queda al existir inerte.

Sí ... Aún respiro,
pero lo estoy dejando.​

Se puede decir mas alto pero no mas claro-- El final es la leche.

Extraordinario poema, compañero.
Enarbolo mis ***** con un dulce sabor a besos.

 

Gracias mi luzazul. Tus letras iluminan la sombra que me aquejaba.
Nada más, una profunda lamparilla con seda marina.
Y un beso que te debo para cuando te Halle.

 

Casi se ha escrito todo,
sólo quedan recovecos que ir llenando
de algo original.
Y en eso principalmente te admiro,
como una genial compositora
de combinaciones por estrenar.

Un beso, Medio mía, Cielo fuego.