Pedro Parlanchín

Alshain escribió:
Tenemos forma de saber si estamos habitando un universo finito,
pero nunca tendremos forma de saber si estamos en uno infinito.
Con los datos actuales, no obstante, nada indica que el universo sea finito.

​

Alshain, ¿puedes ampliar esto por favor?

En el portal de belén, hay estrellas, sol, y luna,
la virgen, y san José, y el niño..., que está en la cuna.

A partir de ahí... ¡Mambo!
Quien pregunte por los pastores..., son Champú,
universos para y por el pelo.

Para el infinito sólo nos hace falta el estebrillo
de todos sabido:

"...que llegamos tarde.




Pedro Parlanchín

​

Se mueve el mundo,
gira, y gira…

Y Pedro grita:

¡¿Lo ves?! ¡¿Lo escuchas?!

¡Gritos!, y más gritos.
Vuelta tras vuelta
doppler se muestra…

Sonido de ambulante
ambula la Tierra.
Deambula el humano
de ambulancias lugar…
Tú y mis manos,
yo entre tu mar.

Tu piel me miró,
me chupó, y me chupó,
me mordió el cuello;
con sus dos colmillos
me dejó dos agujeros.

Ahora soy Drácula…
Y ahora drogueros,
me llaman el crápula
por los vicios agüeros.

De puritanos está el mundo ciego
porque quieren preservar su omnipotencia,
e impotentes sólo tienen dinero.

Si un amor no puede ser…, no puede ser.
Es mejor dejarlo en fracasos,
porque sería el fin de un universo,
y los universos probables son escasos.

La claridad se hizo patente
cuando el día fue miseria;
todo eran restos de una gente
que murió en su propia feria.

Allí quedamos desterrados
por no querer amar,
dos seres enamorados
mirando hacia el altar,
de sacrificios que ahumados
tan sólo fueron de mal gastar.

Reservo éste mi amor
para el futuro venidero;
si llega el caso y ya no estoy,
quedará en tu monedero
todo lleno de ilusión.

Si yo me quedo y tú no estás
que no me digan bandolero,
quienes siendo pistoleros
mataron su fidelidad.

Que me ayude Sagan,
que me ayude Asimov,
que me ayude Alshain;
que no soy Cabezón,
ni de Cristian tengo el don…

Que soy Pedro parlanchín.​

 

Unas interesantes letras muy lindas, muy bonitas.

 

Muchas gracias por tu comentario, Jorge, un abrazo.