Deprisa amor, deprisa

Deprisa amor, deprisa.
Piensa que el tiempo se nos va y el dolor de nuevo nos encuentra.
Si, nos ganará nuevamente la partida.
Es por eso que te ruego que vivamos cada instante,
cada beso como si fuese el último.
Apresúrate mi amor que nos llenan de silencio;
la muerte de este día nos consume con sus sombras.
¿De qué sirve que nos nieguen entre tantos imposibles?
¡Si somos uno, siempre eternos!
Y nos separan las distancias, enormes extensiones de hielo.
Si tan solo comprendieran lo que duelen nuestros nombres,
lo que lastiman nuestras cosas.
Miedo. De verdad que conocemos el terror, pavorosos; destruidos.
Pero siempre fabricamos las ciudades donde existe nuestro amor,
un minuto, una tarde.
Pero nuestro mundo vuela entonces, poseído de alegría,
y es inmenso nuestro cielo satinado de nosotros.
Ah mi luz, tú no me dejas no, tú me retienes,
con encendidos besos de fuego hechos.
Por eso digo que este cielo se enamora de nosotros,
caen Ángeles dolientes, cautivados, lloran;
invadidos del más perfecto amor que conocieron en sus siglos.
Vuelve el silencio.
Me cubres con tus ojos tan perfectos de la lluvia.
Me cobijas con tus manos, temblorosas ya de mí.
Llueve en nosotros amor, fecunda con nosotros niña mía, los campos.
Cuanto amor desparramado por el suelo,
inútilmente destrozado, en poderosas avalanchas inmensas.
¡Ay amor de siempre! , ¡Ay amor de todavía! ,
¡Ay amor mío del perfecto amor construido! ,
¡Ay amor nuestro de los sueños! , yo te amo. Infinito amor de mis días.
Yo te amo disperso, sereno, extasiado de ti.
¿De qué nos sirven estas horas amor?
Nuestra historia es: del nunca jamás escrita desde ayer y desde siempre.
¿De qué sirve nuestra historia sin sufrirnos?
Tu, eterna mía, dolorosa mía; refugio mío de hoy y de mañana.
¡Tanto amor desparramado por las calles! ¡Tanto dolor!
¿Qué importa entonces mi amor que te me vayas?
Si eres tan mía como este nombre mío.
Si me amas tanto tú también que de nada sirven las distancias.
Por eso corre, ¡huye!, que más pronto volverás a mí entonces.
Deprisa amor, deprisa corre; que el mundo nuestro se destruye nuevamente.
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Hermoso... hermoso... hermoso!!!! divinamente bello... Me he propuesto leer la mayoria de tus poemas y el que me guste demasiado revivirlo, algo tan magnanimo no puede quedar en el olvido... asi de sencillo....


Saludos



Melkor...

 

Que increible mucha fuerza, mucha potencia!
palabras muy bien invocadas,
y pensamientos...

Un Saludo y Un Abrazo.​

 

Gracias por leer y por dejar tu huella aquí...

 

El amor es la fuerza, un abrazo y gracias...

 

bien hecho, un saberse el amor en un mundo que se deatruye... y lo eternizas en el poema.

 

De nuevo por aquí, Rodolfo, gracias amigo...

 

muy a mi suerte...
o mi mala suerte tal vez...
encuentro tu escrito,
que es magnífico, sentido, ardiente...
digo a mi suerte o mala suerte, ya que estoy exactamente en esta historia, en este momento...
el querer a una mujer, y que motivos ajenos nos impidan estar juntos como pareja,
pero el estar, sentirnos, juntos... querernos...
y que la espera quema, duele... destruye...
simplemente, un honor para mi presente...
un honor...!

 

Que bueno y este escrito te guste. De eso se trata esto de escribir, que alguien recuerde o que alguien se reconozca de las situaciones de la vida, gracias por rescatar un escrito de hace muchos años, saludos...

 

El poder del Amor mi querido Sinuhé, hasta el último segundo que se respira de él duele, hasta el primer beso que se posa en unos labios deseados es eterno.
Besos

 

cúspide innata de la magia de un poeta, belleza de obra, vaya que inspiración
mis añejas manos aún aplauden para vos por tus encantados versos

un placer leerte.

 

Sinuhé, hay campos donde las semillas germinan sin importar las estaciones...qué grata y qué íntima su poesía; muchas veces siento que entrar en ella, es como violar un santuario de secretos.

Gracias por su poética que se queda latente en el espacio.

 

intenso y pleno como el amor que te queda-