Cortas son de los que queremos, sus añoradas visitas.

Han llegado Diego y Adrián
para estos a sus abuelos visitar,
y la casa que tranquilidad rezumaba
su luz acaba
el umbral de la puerta traspasar,
desplazando la rutina
por un ir de aquí para allá
detrás de unos torbellinos
difíciles de manejar,
que hacen que la pasividad cambie
a la olvidada actividad,
esa que nos hace sentirnos útiles
por nuestra desinteresada ayuda
para su educación aportar.

El bullicio ha terminado
los nietos han marchado
y nuestro hogar ha vuelto a ser
aquello que siempre fue:
Ese lugar donde faltan
ver unos niños correr,
alborotando y gritando
que es lo que deben hacer,
esos dos locos pequeñitos que
hacen de nuestras cenizas renacer,
a pesar de las muchas muecas
que les solemos poner,
cuando ellos y nosotros
unas vacaciones disfrutamos y
por nuestra tranquilidad romper.

Ya vamos tachando en
el calendario los días,
que faltan para partir y
visitar la ciudad de la alegría,
para estar de nuevo juntos
viviendo en esa armonía,
que hace que una familia sea
lo más importante en
nuestras cortas y prestadas vidas.

Joanmoypra/marzo/2012
http://sancholanza.blogspot.com.es/

 

Muy bien lo expresas amigo, los niños rompen la monotonía que se está acostumbrado, pero es deliciosa esa rotura, a mí, el tiempo me lo hará saber, ya que por ahora mis hijos son pequeños pero cuando se ausentan de casa por alguna circunstancia aunque sea por un día ,la casa se queda sola sintiendo un vacío, echando de menos sus diabluras y sus ruidos, ha sido un placer pasar por tus letras, abrazos y estrellas amigo, Ricardo.

 

bello, gracias...

la vida con sus nietos,seria hermoso poder alcanzar.

 

La verdad es que no tiene comparación;
a nuestros hijos el tiempo que le dedicamos
siempre ha estado sujeto al tiempo disponible
en cada momento, que como tu sabes bien
depende de las circunstancias del trabajo
y demás elementos, siendo para ellos casi siempre
por desgracia el resto.
Para los nietos la cosa cambia
y el tiempo es lo que nos sobra,
aunque la paciencia a veces saturan
la compensamos con el cariño
que es algo que solo los niños
y los que lo fuimos, con los años
nos damos cuenta del tiempo que
perdimos, al no dedicarles a los hijos
el que cuando niños, debimos.

Un abrazo y gracias por tus palabras
que como siempre son de apoyo y
esperanza, para seguir contando aquello,
que a casi todos nos pasa.

joanmoypra

 

Seguro que al final lo alcanzaras,
todos por la vida pasamos y si
miramos atrás, vemos que otros antes
que nosotros en esta situación están,
lo importante de la vida es vivírla y
disfrutarla pero respetando a los demás
que el destino a cada uno al final nos encontrara.

Gracias por haber leído
este modesto homenaje,
que dedico a otros que
igual que yo se les hace
corto el viaje, que con sus
nietos tendrán antes de
preparar su equipaje.

Un cordial saludo desde la Mancha de:
joanmoypra