Por su Gracia

Antes de ser creyente, buceaba en soledades.
No quería una senda que me lleve derecho,
iba por las malezas lastimando mis bases
con piedras y raíces y en mi cara los vientos.

Antes de ser creyente, ya no hablaba con nadie.
No buscaba los claros cóncavos de los bosques.
dormía sobre espinas, mis mejillas al aire,
y al reanudar la marcha lo hacía por las noches.

No lavaba mi pelo. Ni limpiaba mi cuerpo.
Los harapos vestidos rasgaba la maraña.
Cuando nada quedaba me cubría de espinas,
y guijarros punzantes llevaba por sandalias.

Cansada de la selva buscaba los desiertos,
cada grano de arena lo contaba dos veces.
Cuando andaba de día, los sentidos cubiertos,
iba el sol en el rostro, lastimando mis sienes.

Cansada del desierto, me marchaba a los mares,
las llagas de mi cuerpo sumergía en su sal,
bebía de sus aguas, dormía en los corales
y me hundía, perdida, en la entraña del mal.

Antes de ser creyente, buscaba sentimientos,
para sentirme digna yo quería imitar
el calvario terrible de Jesús Nazareno,
y saber de sus clavos cual le doliera más.

Desde que soy de Cristo ya nunca estuve sola,
por sendas rectas marcho guiada de su Luz.
aparto las malezas de en medio del camino.
Ni piedras, ni raíces me alejan de su Cruz.


Desde que soy de Cristo conozco a mis hermanos,
voy buscando los claros donde se filtra el sol.
Duermo sobre los suaves muelles de su Palabra,
y al reanudar la marcha siempre con ÉL estoy.

Lavo todo mi cuerpo con el agua de vida,
quiero vestir de lino por parecerme a Él,
quiero seguir sus pasos, caminar por la playa,
y calzar las sandalias de mi amigo más fiel.

No me cansa la selva, ni me agobia el desierto.
cada grano de arena es virtud del Señor.
Su Camino es de día, los sentidos despiertos.
Y el sol es a mi rostro lo que a mi alma es su Amor.

Solo miro los mares desde orillas tranquilas,
las llagas del pecado curé con su perdón.
Bebo de manantiales y en su regazo duermo,
y tengo vida eterna por su gran Salvación.

Desde que soy de Cristo soy criatura nueva.
Comprendí que por obras no podía imitar
el calvario terrible de Jesús Nazareno
ya que solo su Gracia me podía salvar.

Él soportó los clavos y aunque sea mi intento,
nunca sabré, de cierto, cuál le doliera mas.-

 

Admirables alejandrinos, Belbet, reitero mi opinión anterior. Hay algunas diéresis que bien podrían ser señaladas para ayudarnos a nosotros lectores, pero en mi opinión la naturalidad de tu versar merece todos los perdones, incluso el de ciertas irregularidades en las rimas.

un abrazo
j.

 

BELBET
​

Sigo leyendo maravillas de tu pluma y no dejo de reconocer el talento natural que tienes para este tipo de versos. La métrica sigue siendo perfecta, el desarrollo de la temática y los giros me resultan algo iterativos, pero esto pasa a un plano inferior por el excelente nivel del lenguaje poético empleado. La naturalidad sigue siendo la clave de tu obra y aporta mucha belleza a la misma; Sin embargo, me preocupa la falta de homogeneidad en las estrofas:

(1) (2) (6) Serventesios alejandrinos asonantados
(3) Alejandrinos blancos
(4) (5) Mezcla de consonancias y asonancias
(7) (9) (10) (11) (12) Rima consonante en los pares
(8) Rima asonante en los los pares

¡Sigue adelante, amiga!
y Bienvenida al foro de Poética Clásica
no Competitiva.

Un saludo fraterno,

Elhi