Odié tu arrogancia

Odié tu arrogancia
pero amé tu porte.
Y aunque ya no importe
siento tu fragancia.

Ojos despectivos
que hielan mi existencia...
Cruel impertinencia
verlos atractivos.

Tan dura condena
tomar el flagelo.
Con tus ojos de hielo
tienes mi cadena.

Te sabes hermosa
y a la vez fragante.
Me ves anhelante
y tu tan fogosa...

Olvidar no puedo,
pues en tu cadera
queda mi sesera...
¡Tan solo un remedo!
​

 

Una preciosa poesía. Me gusta el tiempo que le impones y su sonoridad. Un placer leerte
Un abrazo y mis estrellas

 

Una arrogancia, te atrae y te aleja al mismo tiempo. Un gusto leerte.

 

Gacias Javier. Celebro te haya gustado.

Un abrazo.

 

Hermoso leerte, gracias por compartir tus versos, estrellitas marinera y un abrazo.

 

Bueno, bueno...
La odias pero porque la amas, mujer arrogante que has incautado a este hombre..
Ese poder tienen algunas damas, dejan un recuerdo arraigado de un momento bien amado... DifÍciles de olvidar...
Me encanto, te dejo estrellas mi querido cesar...

 

Muchas veces deseamos aún más lo que no tenemos y cuando lo conseguimos, lo dejamos de lado. No sé por qué nuestra condición humana nos hace quizás tan caprichosos. Ojalá nuestro corazón tuviera algún botoncito para desconectarse al pulso de ciertas personas...
Besos y estrellas César
Un placer pasar por tus letras amigo
Eva

 

Ni contigo ni sin tí,
tienen mis males remedio
que me siento enamorado
y por ello yo me enfado.

Eso es lo que te pasa...¡Digo yo!
un abrazo

 

¿Qué le vamos a hacer? Las musas... son las musas.

El gusto es todo mío.

Saludos.