El alquimista

Mírame, porque voy a convertirme
en la cadencia de sal,
que no podía ver al precipicio.
siempre lo has sabido,
todos nacimos contigo.
Lo devoramos todo desde el principio,
e insaciables, despertamos ese escalofrió
que sobreviene al olvido.

​

El alquimista, derroto la última sensación y rendido, abrió el único caudal que nunca pudo conquistar; pero aun así, el placer parecía infinito.
Y satisfecho cerró los ojos, lleno de delirio.

 

Muchas gracias por compartir este poema, me asombra tu técnica.
Van saludos.

 

... me pierdo entre ellas... y a la vez me veo convertida en lo que quiera... Encantadoras, mágicas letras ZERO, un deleite, muchas gracias

Un beso

 

La verdad, sentí como tú dices un placer infinito al leerte, eres un alquimista de versos perfectos y fluidos; cuídate, que pases bien y chispas estelares a tu pluma---

 

El alquimista transmuta el metal vil de sus limitaciones, en el oro del alma libre y resplandeciente. Un placer pasar por tus letras Saludos y estrellas miles

 

Zero
Un placer infinito leerte, sabes, hay un algo en esta hermosa poesía
que me ha traído a la mente el cuento de Borges "ruinas circulares"
Mis estrellas y un abrazo
Ana