La memoria (ovillejo 11-4)

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La memoria (ovillejo 11-4)
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Suplicio recurrente de mi historia,
¡oh memoria!
nostalgia que volvióse más que amiga,
enemiga
y mi recuerdo se tornó casual,
tan mortal,
que aquello que una vez fue tan vital,​

pudiendo ser un sol para mi vida,​

hoy es pena fatal que no se olvida;​

¡oh memoria, enemiga tan mortal!​

.​

Eduardo León de la Barra​

Junio-2012​

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Muy original y ameno tu ovillejo fue grato leerte.saludos

 

Muchas gracias querida Maripolis,
tus palabras son muy alentadoras para mí;
te mando un abrazo,
Eduardo

 

Muy hermoso ovillejo Eduardo,es verdad la memoria siempre esta recordando lo bueno y también lo malo y cuando esto sucede por momentos se convierte en nuestra enemiga.
Siempre es un placer pasar por tu hermosa y tan bien plasmada poesía,un beso grande .
Sandra

 

Eduardo
Excelente ovillejo a la memoria
te felicito,
siempre es un lujo leerte
un abrazo
Ana

 

Hola Eduardo!

Me gusta esa veta de refranes que aprovecha tan bien para cultivar la buena poesía y la capacidad de ajustarlo a los pies quebrados para lograr el verso final y consecuentemente el resto del ovillejo. Admirable labor en algo que parece tan sencillo pero que lleva su ciencia. Voy tomando nota a ver si se acerca mi musa y me deja al menos imitar alguna de sus obras (ovillejos) tan bien estructurados y logrado el mensaje.

Abrazo y mis felicitaciones por estos pequeños grandes brotes poéticos.

...

PD. Gracias por visitar mi pequeño mundo de letras y dejar su rastro comentario.

 

Querido Amigo Eduardo. Que lindo es leer, ovillejos tan bien logrados, a mi me quedó bien,
con la ayuda de Jorge, lo intentaré de nuevo. La memoria Te puede dar placidez, o una gran
tristeza, como en tú caso. Todas mis estrellas. Besos y Abrazos Uruguayos Blanca

 

Ay Eduardo, que no se nos haga ausente la memoria ni enemiga mortal porque seríamos solo almas sin ella, obviamente la necesitamos tanto. Los mensajes de los Ovillejos me parecen fabulosos. Saludos.
Me has dejado pensando y quisiera que lo último que perdiera fuera ella. Solo la vida sabe.
Muchas gracias por este remezón de realidad.
​

 

Muchas gracias querida Sandra;
tal vez es un ovillejo algo exagerado, pero mi objetivo era lograrlo a partir de la frase final,
que en realidad era algo distinta, decía: ¡Oh memoria, enemiga mortal de mis descansos!,
de allí fui elaborando y me llevó a ese resultado.
Te mando un abrazo,
Eduardo

 

Muchas gracias querida Ana,
por supuesto que este poema es un ejercicio,
(no tengo ningun problema con mi memoria, sólo deterioro, jajaaj),
el lujo es tener tu paso por mis líneas;
te mando un abrazo,
Eduardo

 

Hermoso trabajo, mi estimado Eduardo. El ovillejo endecasílabo con pie quebrado de cuatro silabas, no lo conocia, pero me parece que ofrece muchas posibilidades. El tema me encantó.
Muchas gracias por tanto que nos ofreces.
Un cordiál abrazo.

 

¡Qué bonito!

abrazo
j.

 

Muy logrados tus ovillejos Eduardo, te dejo reputación

 

En realidad, querida Lucía, las fuentes de inspiración se pueden fabricar a veces y una de ellas confieso,
son las listas de frases conocidas y otra los refraneros españoles, tan ricos en sabiduría,
pero no todas son aprovechables en ovillejos, sino que requieren una elaboración y adaptación. No necesitas copiar nada, ya que tu veta creativa es inagotable
y de la calidad ni hablemos, ya que superas en todo a este humilde servidor.

Mil gracias por tus amables y generosas palabras,
un abrazo,
Eduardo

 

Querida Blanca, esto es solo un ejercicio a partir de una frase final,
no creas que tengo motivos de morirme por nada de mi memoria, gracias a Dios,
por suerte está en el plano de la ficción;
te mando un abrazo y te agradezco tu lindo comentario;
Eduardo

 

Muy bellos tus versos Eduardo, un placer leerte y seguir aprendiendo de vos.
Un grannn abrazo

 

"¡Oh memoria, enemiga tan mortal!". Un mazazo a mi realidad estimado Eduardo. Tu 11-4, fabuloso.

Un abrazo y que tengas un excelente fin de semana.

 

Como siempre Eduardo, regalando buena poesía; un abrazo

 

Mil gracias a ti, querida Margarita,
no se trata de perder la memoria, sino en este caso de lograr un ovillejo con el refrán que dice:
¡Oh, memoria enemiga mortal de mi reposo!,
yo lo adapté como pude y salió ésto,
pero comprendo muy bien tu punto de vista,
porque todos somos la suma de nuestras experiencias y sin ellas seríamos como zombies,
eres muy amable en tus palabras,
Un abrazo,
Eduardo

 

¡Muy bueno, Eduardo!
Fuerte abrazo

 

Muchas gracias estimado Delamar,
hace ya un tiempo que experimentamos en este y otros foros, sobre las posibles variaciones del ovillejo,
que rigurosamente no son el clásico (8-3),
pero se asemejan en la estructura;
éste en particular, creo que es mérito del talento de Marta Marques, su creadora, que propuso muchas combinaciones muy interesante el año pasado y anteriores;

Muchas gracias por tus amables conceptos,
un cordial abrazo,
Eduardo

 

Bello ovillejo. Ha sido un placer pasar por tu escrito, Eduardo.
Un saludo.

 

Muchas gracias estimado Arquiton, por tu sintético comentario,
un abrazo,
Eduardo

 

Muchas gracias querida Mariluz,
siempre tu comentario es positivo
y tu regalo generoso, gracias por tu grata presencia siempre en mis letras,
un abrazo,
Eduardo

 

Un precioso trabajo, amigo; placer de leer. Te dejo mi abrazo con estrellas y repu a tu talento creador.

 

Muchas gracias querida Fabiana,
el placer es mío, con tu visita
te mando un abrazo,
Eduardo

 

Muchas gracias estimado Ciprés,
la frase era originamente:
¡Oh, memoria enemiga mortal de mi reposo!,
la fui modificando un poco para meterla en un ovillejo y salió esto;
tal vez un poco de suerte,
te agradezco el cumplido,
un abrazo,
Eduardo

 

Muchas gracias estimado Ciprés,
la frase era originamente:
¡Oh, memoria enemiga mortal de mi reposo!,
la fui modificando un poco para meterla en un ovillejo y salió esto;
tal vez un poco de suerte,
te agradezco el cumplido,
un abrazo,
Eduardo

 

Muchas gracias estimado José Rodolfo,
eres muy atento en tus palabras,
un abrazo,
Eduardo

 

Hola estimado Ricardín, es un gran gusto verte por acá;
te agradezco el comentario y te mando otro fuerte abrazo,
Eduardo