a la orilla del río...

SENTADO A LA ORILLA DEL RIO…

Sentado a la orilla del río,
Tendí la mirada hacia los confines del horizonte:
Lejanas nubes y profundos arreboles.

Levanté la mirada hacia el cielo:
Se nublaron mis ojos de grises nubes.

A lo lejos, en el desencanto del crepúsculo,
Un ave solitaria cruza el cielo en eterno vuelo.

En las tardes como ésta te amé tanto
Hasta dolerme el corazón, y la brisa
Acariciaba nuestra alma con tanta ternura.

Todo lo bueno amanecía en la celeste mirada de tus ojos;
Y todo lo fértil florecía en tus pechos de intensa primavera.

Oh tierna flor de mis ojos, paloma de mi corazón,
Alza tu vuelo que los árboles de mi alma te esperan.

A la caída del sol, caen de los árboles
Las anchas sombras como cuchillas filosas en el alma;

Y los cantos de lúgubres de los pájaros
Son las despedidas de las tardes de melancolía.

Y hoy, en que la sombra me envuelve con frías manos,
No sé nada de ti ni de las auroras que motiven el corazón.

Pasan las horas. Monotonía de murmullo de río;
Eterno discurrir de olas; y las alas del viento rozan mi alma.

Sentado a la orilla del río, recordé que lanzábamos
(Con mucho ímpetu), las piedrecillas en el remanso del río,
Aquellas que se perdían en las profundidades…

Como para conformarme, dibujé tu nombre en la arena
Y olvidé que el otoño alado pronto lo borraría

Sentado a las orillas de tu ser,
Tendí la mirada al cielo y mis ojos se nublaron
De grises nubes y naufragué en mis propias lágrimas.

 

Solier
En un ambiente campestre nos entretejes con versos cubiertos de añoranzas
una historia de amor.
Espero que vuelva.
Estrellas y un abrazo
Ana

 

Me ha encantado,me ha recordado a Lorca algunas metáforas,inspirador y de mucho nivel.Un placer tus palabras