Otra tarde...

Otra tarde...

Otra tarde...
Recién ha terminado de llover.
La misma pena...
Las manos ya no se tocan,
los pasos suenan distantes.
No es necesario escuchar
para oir las voces;
ellas están aquí perforando
secretamente las ropas.

Otra tarde...
El sol muere en los ojos.
La nostalgia juega en la copa
de los árboles desnudos.
Las memorias se aferran
al canto de los primeros
pájaros nocturnos.

Otra tarde...
El aire presiona el cuello
con sus dedos gaseosos.
El cuerpo no tiene vida,
tiene deseos de no morir.
La mente no tiene ideas,
tiene la necesidad de pensar.

Otra tarde...
Recién he terminado de llorar.
El mismo poema
que nunca pude escribir...


​

 

Siempre habrá otra tarde y otro poema que no podremos escribir, nunca...

Bueno, este nostágico poema.

Felices Fiestas y un abrazo

 

Bueno, poeta, yo no soy capaz de escribir tantos y tan buenos poemas como tú. Pero ello no me entristece, todo lo contrario es un acicate para intentarlo, conseguirlo es otra cosa.

Saludos y felicidades.

 

De acuerdo siempre habrá un sol poniente y una pluma
ávida de versos.
Muchas gracias Luis, un gran abrazo y felices fiestas para ti también...
Childe.

 

Perfecto salerin, la alegría es un gran estímulo para escribir poesía,
pero no infravaloremos la potencia que puede llegar a tener
la tristeza bien empleada en los versos.
Un placer como siempre tu visita.
Abrazo...
Childe.