Cuando te pude soñar

Cuando te pude soñar
en un tiempo ya lejano,
puse mi mano en tu mano
para entre dedos amar.
Tú me miraste confusa,
yo no sabía que hacer,
busqué en tu mano una excusa,
pues en contacto reclusa
no te quería perder.

Cual ese día lejano
sigo buscando en el tacto
enlazarme en el contacto
aunque siempre busque en vano.
No hay roce para el sustento
en privación de impudicia,
ni lugar para un momento
que me sirva de sustento
para sentir tu caricia.

Busco en el viento tu beso
y me hiere en vendaval
todo el cariño que expreso.
Sobre el vinculo carnal
no encuentro lugar ni tiempo.
La soledad es normal
si el dolor es torrencial
y la pena un pasatiempo.
que se desborda en caudal.

Solo hay lugar al recuerdo
cuando ya no existe nada,
la verdad queda zanjada
y en la mentira me pierdo.
Solo puedo imaginar
que en un tiempo ya lejano
confluyeron para amar
mi mano junto a tu mano,
cuando te pude soñar.
​

 

Versos muy bien logrados, una hermosa obra de poesía, felicidades.

 

Preciosos tus versos amigo Alberto, un placer encontrarlos.
Un gran abrazo para ti

 

...lo que debe sentir, el vivir ese momento atrapado a un sueño, donde solo por ahora vive el recuerdo, encantada de pasar por sus letras, Odell.

 

Supongo que así fueron mis primeras experiencias sexuales cuando era jovencito, un niño. La primera vez que sentí que un toque de manos ya no era algo infantil, sino diferentemente sensorial y placentero. Supongo que fue la primera vez que me ruboricé, pues fue la primera vez que soñe con amar.

 

Creo que tenía coletas, y fue la primera vez en mi vida que en vez de tener ganas de tirarle de ellas, me quedé prendado de sus ojos y de su rostro. Nunca antes en mi vida había sentido algo parecido, y el caso es que desde ese momento vivo prendado por la belleza femenina, creo que eso ya no tiene cura en mi, jajaja. Yo ya no sabría vivir sin una mujer a mi lado.

 

El recuerdo y el sueño siguen de la mano, en aquellos tiempos (de los que habla el poema), era demasiado joven para saber que era el amor real. Cuando lo averigué, y ya hace de ello muchos años, supe que amar era entregarse plenamente y con total sinceridad y valentía. Con esos principios la verdad es que no tengo motivos de queja, he amado y he sido amado plenamente. Incluso puedo decir que aún lo sigo siendo. A mis 54 años diría que amo con la misma intensidad que cuando era joven, pues cuando deje de amor si que empesaré a hacerme viejo. Y yo de eso no quiero saber nada hasta el día en que me muera.

 

Hermoso, llenos de ternura y sentimiento, de verdad que me gusta...felicidades poeta!