El Guerrero, el Mundo

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Aquella persona que se prepara para ser guerrero,​

aquel ser vivo que se prepara para superar los retos,
enfunda su espada en un mar de lágrimas,
derramas por los mismos ojos que la empuñan,
mira el horizonte en busca de respuestas:
¿Quién soy?
¿Qué hago aqui?
¿Cuál es mi destino?
Brisas del norte azotan la cara llena de marcas de batalla,
en cuyo rostro se ve aún el amor que una vez sintió,
y que espera reconciliarse con él
En esta vida o en la del más allá…
Cada día aquel guerrero de piel morena se prepara para la batalla.
Se prepara para las adversidades de la inmundicia,
del odio y del amor;
pues no hay mayor mal que un amor corrompido.
Sea cual sea el motivo de la lucha,
la caja de música de mil batallas seguirá abierta por los tiempos de los tiempos.
Hasta que un bien mayor, un bien capaz de hacer frente a la tiranía, al racismo;
a todo cuanto corrompe al hombre.
Hasta entonces, mil batallas seguirán haciendo mella en la historia del hombre,
tiñéndola de sangre sin que nadie pueda pararla.
Pero en realidad, ¿podemos?
Solo se sabrá cuando estemos dispuestos a abrirnos los ojos,
a restregarlos con la ceniza que dejamos atrás en las batallas,
y poner la primera semilla para lograr lo que nadie ha logrado.
Un mundo sin lucha, sin odio, con compresión y paz.
¿Ese es el mundo al que aspiramos?
Quién sabe, el destino lo dirá, pues es él quien marca las leyes,
no los hombres,
aquellos cuya arrogancia ciega al más bondadoso,
aquellos que destruirían el mismo mundo que conocemos sin dar un pie en falso.
Pero para ello estamos tu, yo y todos aquellos que crean en la verdadera fuerza de la verdad,
para hacerle frente, pues para lograr la paz,
a veces hay que batallar en una lucha sin fin.
¿No es eso lo que venimos haciendo desde la cuna de la historia?
¿No es esa nuestra razón de ser?
Porque si no, ¿Cuál es?
Vivir de lujos y comodidades desde luego no es la mía.
El único lujo que nos podemos permitir en esta vida es soñar, tener esperanza
para mejorar este mundo que poco a poco se va apagando, cual vela llega a su fin.
Estas son las memorias de un guerrero, un anónimo, un desconocido;
que luchó por un mundo mejor, un mundo verdadero.
Fin​

 

las duras batallas que te toca dar, saludos, revisa un par de acentos por ahí,