... Tu música y mis pasiones. (décima)

...TU MÚSICA Y MIS PASIONES.


¡Qué vibrante la cadencia

de las notas infinitas!

Hieren vientos, van escritas

con temblor y confidencia.

¡Qué alameda de evidencia!

En los dedos diapasones,

los arcos hacen jirones

la desnudez de la calma,

mientras penetran el alma,

tu música y mis pasiones.

eduardocarpio
23 de octubre de 2012

​

PS Por mi bien, espero que la pausa sea notoria. También agradecerle a Paganini la incitación a escribir esta décima que, en cualquier caso, lleva todo mi empeño.

 

La pausa bien merece tanto por la décima como por la octava......un saludo de un colega.

 

Inmenso poema Eduardo; unas décimas que son música.
El violin de Paganini, único; tus versos maravillosos.
Un abrazo.

 

Unas excelentes décimas Eduardo; se nota la influencia musical en ellas. Un acierto por el que te felicito.

Un abrazo.

 

Muy...muy bien logradas tus décimas amigo , siempre nos dejas algo grato digno de admirar,
gracias por compartir tu bella obra...recibe mi saludo afectuoso

 

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[TD]Querido amigo: tendré que despojarme de mi caparazón de ignorancia y escuchar a Paganini de vez en cuando; tal vez así logre inspirarme de la manera tan sublime en que lo has hecho, aunque no logre superar la plasticidad y la profundidad poética de esta décima.

Un abrazo,

Elhi
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Poetarruinas
Gracias por la claridad del comentario. Saludos cordiales
eduardocarpio

 

Pues le ha quedado genial, saludos

 

Luis
Gracias por tu comentario tan cálido. Un abrazo
eduardocarpio

 

jmacgar
Te agradezco esa evaluación tan elogiosa a la décima que siento especialmente cálida.Un abrazo
eduardocarpio

 

Mariluz
Siempre estás ahí para ponerle aliento a mi escritura. Gracias. Un bso
eduardocarpio

 

Hijo del perejil
Gracias por verla tan brillante, pues de estos comentarios salen fuerzas para los momentos en los que nada alcanza la mínima coherencia. Saludos
eduardocarpio

 

Más allá de la sinalefa sospechosa, destaco el verso que empieza «qué alameda». Recostarse a la siesta bajo una alameda agitada por la brisa es disfrutar a la madre de la música... Linda décima, Eduardo. A veces la afición al virtuosismo que tenía don Paganini oculta un poco su profundidad y sensibilidad, pero no cabe duda de que está entre los grandes (me gusta en particular su tercer concierto).

abrazo
J.

 

Jorge
Qué sería de mí sin la sospecha de una sinalefa al borde del abismo. Arriesgo la belleza que ¡vive Dios he de tener el conocimiento de las licencias, por duras que sean, pues ya el oído entre violines me va indicando! Buena elección, aunque creo que a Paganini, muchos virtuosos y osados lo tocan, pero capaces de emocionar el pentagrama, contados. Un abrazo
eduardocarpio