se van los muertos

se van los muertos
vuelven
por las calles se les mira partir
van con pasos de tristeza
hacia el sueño van
vuelven para volverse piedra
y dormirse en el silencio
se dormirán un año
y volverán
al llamado de los recuerdos
hasta que nadie vivo los recuerde.

 

Así suele ser la muerte hasta volverse piedras, cuando nadie los recuerde ellos siguen estando...

No quiero pensar en la muerte de esa forma, quiero quedarme no en las piedras, sino en la memoria y el corazón de los que amé y me amaron.
Saludos y un abrazo compañero.

 

Así es..., hasta que nadie vivo los/nos recuerde.
Aún así, nos iremos así que sólo nos queda
VIVIR

Me sugiere valorar el ahora y mi recuerdo vivo de los que ya no están. Gracias por compartir

 

Buenas letras Melquiades en recuerdos de los muertos, que parece que solo un día tienen para ellos, aunque hay algunos vivos que no se les recuerda, son ignorados y eso es peor. ha sido un placer leerlo, gracias por compartirlo, saludos cordiales.

 

Como bien puntualizas, paisano, en nuestra cultura hacemos inmortal el recuerdo de los que han partido.

Buenas pinceladas.

Un abrazo.

 

Amigo, es un poema lindo, de una extrema sensibilidad y con un fuerte final, y es así, muchos sólo recuerdan a los muertes sólo cuando es el día de ellos.

Un abrazo.

 

Melquiades
Es así, ellos se van hasta que nuestra memoria los retorna...
cuando todos los que formamos parte de su entorno también hayamos partido,
entonces ya no volverán, nadie les ofrendará un pensamiento...
Te felicito por estas letras.
Saludos
Ana

 

Siempre tenemos los humanos la posibilidad de pensar cómo queremos que sean las cosas. Abrazos Naty, gracias por tu visita.

 

Pues sí, si la vida es breve, no perder el tiempo en vacuidades es lo lógico; pero a menudo sentimos la eternidad en cada latido. Abrazos.

 

Sí, hay un día para los muertos y muchos vivos no ven su día: invisibles o inexistentes para muchos seres humanos, esos son lo que nos avergüenza como género con tantas capacidades, nuestra capacidad de no sentir solidaridad ni amor al prójimo, aceptar formas de esclavitud y degradación para las personas y verlos dignos de ellas. Saludos amigo.

 

Gracias paisano. Pues sí, la tradición prehispánica del culto a los muertos tuvo que ser adoptada por la religión conquistadora para no perder el poderío de nuestra devoción a los que han partido.

 

Gracias Violeta, es un placer verte de nuevo. Bueno, ya sabemos cuál es el sitio que nos espera como difuntos en el ineludible e irrenunciable mañana, que sirva para darle a nuestra vida mejores aplicaciones. Besos amiga.

 

Gracias Ana. Las casas abren sus espacios para las ofrendas a los que recuerdan; pero los hay que ponen estas para sus antepasados todos, aún aquellos de los que no supieron ni tienen pinturas o fotografías. Yo imagino que dentro de los hábitos del día, a esas presencias es imposible darles una forma; pueden pues, ser apenas esbozos de una silueta sombría. Saludos y gracias.