El químico de la resurrección.

Ya no volveré a jugar damas
en un laberinto de cuadros,
seres ignaros en la tabla
de las piezas macabras,
se arrastran por los casilleros negros
los muertos vivientes
que traicionan tu bondad.

Con dentelladas le desprendes los ojos,
ventanas de una perdición animada,
rocías el efluvio en el sistema del placer,
en el entorno desesperante
de un nihilismo sanguíneo.

Se dilata en el medio el movimiento
de un peón asfixiado por la reacción
del vaho de la miseria humana.

Ludismo de la teomanía,
te recreas con el poder
de la manipulación.

El hambre no te permite cavilar
las sinrazones de un orbe infecto
de hedonismo,
destrucción de órganos palpitantes,
laten recuerdos por la afasia,
por la ansiedad de calmar la frustración.

Continúas por el sendero
de la perfidia diagonal,
llegas a ser Dama del Imperio
de los culpables.
Empiezas a devorar la roja carne
en la marea de un conducto pestilente.

Lo cotidiano y perverso
se vuelve cliché,
es como un pasatiempo destructivo,
es como el estereotipo que te llevará
al ocaso del calor ingente.

Estas mordido por el jugador silencioso,
ahora eres parte de una infección que,
como mundano amaste.

​

 

Muy buenas letras,así del tipo que me gustan, con sistemas nerviosos y cosas técnicas hechas versos... Excelentísimo.

Saludos.

 

Tienes razón amiga, pero este juego desarrolla la capacidad analítica y la toma de decisiones en la vida, es un placer poder disfrutar de tu presencia, saludos, que pases bien, tampoco soy un experto, empero me agrada jugar, hace tiempo que no lo hago, que pases bien y chispas estelares a tu pluma---

 

Darwinsin
Pienso en el juego de las damas y tal vez en más allá del mismo en la vida, en sus caminos llenos de laberintos donde te encuentras con toda clase de personas...estamos en un entorno en donde la prioridad se centra en el placer material, el vacío existencial se agranda y nos encontramos frustrados...en la lucha por avanzar lentamente nos transformamos en seres manipuladores, atentos al pequeño desliz de alguien hasta llegar al sitial que creemos merecer, solo para continuar sintiéndonos acechados...
En fin son ideas simplemente, lo que si te digo es que no juego damas y creo que no jugaré....
Estrellas y un abrazo con cariño
Ana

 

Es algo natural, combinas la vida misma del ser humano con un juego en el que las piezas cobran vida para ser actores silenciosos propios de la morbidez humana. Ese jugador silencioso de las últimas líneas parecen mostrar esa enfermedad que denigran al hombre convirtiéndole en tal sarta de impudicias como habías nombrado más arriba. Carente de valores elevados, unas piezas se comen a otras con desgarro hasta que un color gana la partida, como si jugáramos aquella partida de "El séptimo sello" contra la misma muerte, el jugador silencioso envuelto en su capa o caperuza y vestidura talar negra para no ser divisado en la noche amarga. Jugamos contra él y parece ser que perderemos siempre, volviéndonos mundanos seres condenados a repetir la partida al día siguiente. Son letras un tanto crípticas pero tu lenguaje es como siempre muy variado y elegante, algo tenebroso ahora. Un saludo, Darwinsin, para tu pluma lo mismo y estrellas.

 

Gracias por tus alentadoras palabras, es un placer poder disfrutar de tu presencia, cuídate Dark, saludos, cuídate y chispas estelares a tu pluma---

 

Tienes razón Anita con tus aseveraciones, es un placer poder disfrutar de tus palabras y de tus interpretaciones que dilucidan nuestro ser, muchos somos así, cada vez los antivalores parecen ser valores, la eticidad se inclina y nosotros con los brazos cruzados, saludos, que pases bien y chispas estelares atu pluma---

 

He ahí el jugador silencioso, muy interesantes tus letras, tienes razón, este jugador se disfraza entre nosotros y en nuestros versos, además del ludismo como esencia vital de nuestros actos, quizás somos ese participante de un juego macabro, saludos, que pases bien, gracias por tus interpretaciones, chispas estelares a tu pluma---