La canción del colocao

La canción del colocao

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La condición que excluye a la moral no es ética que limite el orden, sino requisito indispensable de la natural voluntad de ser veraz. Los traumas de la experiencia son heridas innecesarias cuya importancia depende del valor que se ha dado a un comportamiento. La costumbre, sin embargo, pese a ser en ocasiones tan cruel como aquello que se demoniza, goza de la aceptación social que impide que no aparezcan los traumas antes referidos. Por todo ello, acostumbrarse es el mejor método que utilizan los políticos y los religiosos para conseguir adeptos, ya que una costumbre está exenta de moral y por encima de la norma impuesta, y es una manera de contentar el instinto natural del ser humano, sin dejar de controlar su estatus, y a la vez lograr que el inconsciente colectivo vea como algo esencial aquello que no es más que un pastel en la puerta de un colegio o una miga de pan asediada por una manada de pájaros. Pero el que es astuto, y sabe la verdad, esto lo rechaza y ve cómo la manada es llevada por el pastor a dónde él quiere y como él quiere, siendo la oveja que se separa del redil tachada de hereje, de antisocial y de oveja negra, cuando la oveja negra son aquellos que visten o vestían de negro, o aquellos otros que predican buenas nuevas, y ni son nuevas, ni tampoco… Buenas noches.

Tu chocolate me excita
porque el cacao en tazón,
si es con leche repita
bebiendo tu otro pezón.

El colacao es escuela,
el colocao comedor,
por colacao fue la abuela
y colocá nos volvió.

Con colacao la merienda
en colocao es valor,
ese cacao no se pierda
que el colocao es mi canción.

Yo me coloco en mi tierra
y otro se lleva el turrón,
que el colocado en la hierba
por colacao colocó,
esos dientes que sierran
y a los parados comió.

El colocarse está raro,
y si el colocao es amor,
falta nos hace en el paro
un colacao mejor.
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Lineas intensas, muestran una expresión muy simpática, con un inmensurable comienzo y un final extraordinario.
Me ha gustado amigo, estrellas a tu pluma,
saludos cordiales.

 

Muchas gracias por el comentario. Un abrazo

 

Te diré que yo tambien soy aquél negrito....
Interesente preludio con el cual, y sobre todo,con las líneas finales me identifico.
La poesía es para leerla detenidamente por lo intrincado del mensaje.
Reputación a tu arte.
Castro.

 

Muchas gracias por el comentario. Tienes razón, pero no nos centremos solamente en la cuestión que tú y yo sabemos (el paro). Todos tienen derecho al trabajo, sean emigrantes o no. Yo me quedo con la segunda imagen que refleja lo que vengo a decir en la prosa. ¡Ojo!, y a mí me gusta el boxeo, pero no dejo de reconocer que es una salvajada que dos personas humanas se hinchen a bofetadas hasta sangrar para contentar a unos cuantos morbosos...

 

Letras que enseñan, e invitan a la reflexión. Inmenso placer leerte Orfelunio.
Mi saludos cordial a la distancia.

 

Creo que no te había leido antes, pero ha sido una rata sorpresa encontrarme con tus letras, me han encantado....saludos

 

Muchas gracias por el comentario, Ramiro. Un abrazo

 

Muchas gracias... Un abrazo