caen los segundos como arena - soneto con estrambote

Se caen los segundos como arena



Tenemos en la vida por condena
una pena de muerte necesaria,
bíblica maldición hereditaria,
y es así que cumplimos nuestra pena



pues caen los segundos como arena
por el embudo, las reservas diarias
de las horas, se pierden solitarias
cual sueltos eslabones de cadena.


Es inútil poner al tiempo frenos
no nos hagamos vanas ilusiones,
hay solamente una verdad, es cruda:


cada día nos va quedando menos
[B]y nos pisa la Parca los talones;[/B]
[I][B]con su cercano aliento de huesuda[/B][/I]


[SIZE=3][I][B]nos cazará, sin duda,[/B][/I][/SIZE]
[FONT=Palatino Linotype][SIZE=3][I][B]y acaso alguien dirá “ego te absolvo”[/B][/I][/SIZE][/FONT]
[COLOR=#000080][FONT=Palatino Linotype][SIZE=3][I][B]lo que del polvo vino vuelve al polvo.[/B][/I][/SIZE][/FONT][/COLOR][FONT=Palatino Linotype]


[COLOR=#000080][FONT=Palatino Linotype][SIZE=3][I][B]---------------[/B][/I][/SIZE][/FONT][/COLOR][FONT=Palatino Linotype]

[/font][/font]​

[FONT=Palatino Linotype][/font]

 

Una gran verdad Jmacgar nacemos con las horas contadas por nuestro destino, cierto es que la parka desde que nacemos nos persigue hasta buscar el último segundo de nuestro aliento. Felicitaciones por su veráz y bello poema, saludos poeta

 

Gracias Daniel; cierto es que cada segundo es uno menos en la cuenta atrás.

Un abrazo, amigo.

 

Muy bueno, estimado JMacgar este soneto que nos recuerda nuestro destino inexorable,
le has dado un cierto clima inquietante (y no es para menos), muy bien logrado,
un saludo cordial,
Eduardo

 

Jmacgar, da gusto leer estos sonetos, tan bien escritos, con tanta esencia poética y con un claro mensaje. En este caso, la muerte. Yo creo que no ha existido nunca un poeta que no le haya escrito a tal destino.

Me ha encantado todo el poema, cada verso, cada palabra, cada estrofa. Toda mi admiración a tus letras.

Un abrazo

 

Gracias de veras, Eduardo. Sabes que esa opinión (y que además no tenga "peros") me sierve de mucho estímulo.

Un abrazo, maestro.

 

Rafael, tu sentido comentario y la reputación que has dado a este soneto te los agradezco profundamente, amigo.

Un abrazo.

 

¡Excelente!
¡Cuántas verdades hay en tu poema amigo!

Se trata del pecado mortal que heredamos, tal vez de Adán, tal vez de Eva, tal vez de la serpiente...

¿quién sabe la verdad?

Tu poema inspira a continuar escribiendo sobre ese tema, y dar inicio a un contrapunto.

Saludos afectuosos amigo Juan Ramón

 

Pues entonces esperaré respuestas poéticas muy espectante, amiga mía. Un abrazo sincero y gracias por pasar y por tu comentario.

Un abrazo.

 

Gracias Libélula por tu amable comentario. Me complacen mucho tus visitas y comentarios, amiga.

Un saludo muy cordial.