La mujer que ahora eres

Una mujer que clavo sus ojos en mi ser.
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Una mujer que bordo con su voz
esta y miles de noches de soledad que vendrán.



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Una mujer que paso, inolvidable como un cometa,
presente
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como esta luna que me regala
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su nocturna compañía,
con su amarillo perfecto de vieja nostalgia.

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Perezco lentamente, tu musgo casi me ciega,
la manos cansadas de intentar alcanzar,
lo que no existe, los ojos dijeron basta,
educados ya por esta tristeza.



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La mujer que ahora eres,
se dibuja en el alba de cada mañana
y se duerme conmigo
cuando las estrellas ya no me hablan.

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Tú reposas en el murmullo del mar,​

tú traes la niebla,
y a veces,
veo tu vestido en la cresta de las olas furiosas,
las mismas que escriben,
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tu nombre en la playa,

para firmar tu recuerdo solemne
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como la más grande de las rocas

que el mar no pudo devastar.

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Tú traes los vientos y las lluvias del otoño,
tú traes el sueño de los pájaros,
tu traes el escalofrió que siento,
​

cuando me siento solo,
​

a mirar los barcos.

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Me gustaría saber qué precio tiene el cielo,
para comprarlo para ti ,
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y que sea tu casa y la mía,
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en estas noches de abismo blanco.

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Tu traes la niebla y terminara tu musgo,
​

por cubrirme y yo guardo silencio
y miro los barcos y espero
que estos vientos te lleven más lejos de donde estas.



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La mujer que ahora eres,
se dibuja en el alba de cada mañana
y se duerme conmigo cuando
​

las estrellas ya no me hablan.
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Gracias de corazón y asi quedo, con tus versos largos y mis letras. Y gracias también por tan lindos versos.