Fiesta de la muerte

Rozó el hachazo, luego de un movimiento milimétrico hacia el costado, supo esquivarlo a tiempo.
Sin embargo, no seria fácil librarse de este mal nacido, que intentaba ultimarlo.
No debió ir a aquella vieja casona al costado del río.
Nunca imaginó morir así, tan trágicamente.
Aunque no había muerto aun, lo presentía, como iba a escapar de aquella tertulia endemoniada a la que fue invitado.
Lo estimuló esa chica, ex compañera de estudios de la primaria.
La verdad es que ella, jamás le habló en todo séptimo grado. En realidad fue justo en ese año, cuando se incorporó a la escuela.
Y a quien no veía desde hace 10 años.
Recordó con apremio que todos sus compañeros, al igual que él mismo, estaban profundamente enamorados de Helga, la platinada rubia que desvelaba el sueño a más de uno. Y que de paso hay que admitir, que dicha señorita, cuando niña era tan extraña, como hermosa.
Volvió de su viaje retro mental, aterrizando violentamente frente al Monge satánico que intentaba decapitarlo, con el hacha que había ultimado a otros invitados a la fiesta de la muerte.
Su mente lo sustrajo por unos segundos, que fueron suficientes, para dejar su cuerpo en piloto, con el que se defendió sigilosamente.
Luego de derribar por unos segundos al pervertido misántropo, que intentaba acabar con su vida. Su mente caprichosa lo transportó a unos minutos antes.
E inmortalizó la imagen al momento de abrir una puerta que no debió haber abierto.
Siendo testigo de una matanza, seguida de actos de canibalismo, que lo dejó aterrorizado y aturdido, por unos segundos.
Y ahí refrescó sus pensamientos, que unos segundos antes, dedujeron que la fiesta se estaba poniendo algo extraña, pero se soportaba.
Por su puesto lo pensó antes de abrir la puerta.
Envuelto en si mismo infirió.
Como sacar de su cabeza tamaña representación de barbarismo, digna de un corto del subgénero Nunsploitation, que cuenta en su haber con pasajes del tipo bizarro, oscuro, clase B.
Se vio corriendo por los pasadizos del caserón, con la cara espantada de horror. Cuando fue advertido por uno de los beatos sádicos, que custodiaba el aquelarre.
Logró abatir al atacante, y presuroso emprendió la fuga, de aquella perversa fiesta de la muerte.

 

Finalmente escapó, de la trampa de la belleza. Un tema bastante escabroso pero a mi parecer muy bueno quisa sea por lo escabroso que no tiene comentarios aunque merecia ya tener varios.

 

genial que te haya gustado, por lo general obtengo pocos comentarios, claramente puede que por tocar temas escabrosos jajaja
saludos afectuosos