Pecado carnal

Ante los ojos inmutados de las estatuas santificadas, nuestros cuerpos gemían en orgasmos de desparpajos. Nuestra visión era segada por el velo del seductor incauto, morada de los profanadores de la moral eclesiástica…

La sintaxis de tu cuerpo, imagen virtual plasmada y garrida, anhelo de párrocos, deleite de pocos elegidos. Condenado a perpetuar eternamente los deseos de tu cuerpo. Inertes movimientos sucumben en dicha, tras la sutileza de tus caricias. Tu néctar delicado purifica mi alma, al elevarme a la altura de estas estructuras metálicas…
A la visión de los apóstoles me acongojo en lamentos, un segundo discierno, pero poco a poco aclamo por tu cuerpo.

Eres la manzana perdida de toda la humanidad, manzana oculta del paraíso, descansando en este mundo terrenal. Luz primogénita llena de vida, alma gemela de los arcángeles y serafines que acompañan al coro celestial. ¿No puede ser? Tú no eres el símbolo del pecado, sino el de la vida, contrario paradigma del sacerdocio moral.

La intensidad del flujo de nuestros cuerpos, noche tras noche, ratifica mi idea… Ya no hay vuelta atrás, ya no hay salida, solo un camino el de adorarte día a día. Diosa pagana de la fertilidad.
Necesitó tu fruto, tu fruto prohibido, vital sustancia para existir. Me odio a mi mismo, me odio por esto, pero jamás puedo odiar a ti, ángel de la vida, incauta y perturbante esfinge, deseosa y apetitosa alma indiferente, lúgubre y mortífera daga que traspasa mi cruz.
Rosario de clemencias, impune figura mártir, de deseo y lujuria. Bajo mi hábito ya no puedo detener tus llamados, melódicos canticos de tronos y querubines. Es todo una sinfonía que entra por mis ojos, recorre mi piel, contaminando mis venas con tus finos y delicados besos, finalmente decantando justo en el centro de mi pecho. Latiendo, acelerando mi pulso, dislocando mi mente, tiernizando el alma con tus soplidos, escasos discípulos del fervoroso amor.

Se que nos destinamos a un mundo de tormentos, nos juzgaran y sentenciaran, nos quemaremos en el fuego eterno bajo los prejuicios de la santidad. No habrá canonización ni tampoco resurrección. Solo un trágico destino te ampara a mi lado. El egoísmo de mi alma, otro más de los pecados. Pero no te puedo dejar, por el fin de los días te tengo que venerar, otro engaño vil por tu sensualidad. Soy débil a tus encantos, soy un cordero, y tú eres mi rabadán, carestía de que me guíes siempre por tu mano, al caldero infernal de lamentos, pero siempre a tu lado, tu mano con la mía, tu cuerpo y el mío, entremezclados con el mismo aliento y sudor. Contenedor material y subliminal de flujo y orgasmos por el resto de la perennidad.

 

Prosa que envuelve lo divino y lo profano, es más que diviniza lo profano, en mezcla de religión (religare.-unir) en que se unen los espiritual y lo carnal, en una simbiosis particular.
Saludos. LUIS.

 

Muchas felicidades, Danie; por tan excelente trabajo y por tan merecido reconocimiento.
Un abrazo, amigo.

 

Una prosa que te atrapa Daniel, los religiosos son hombres ante todo y a veces se encuentran que están atrapados en dos mundos, como el personaje que nos describes, enamorado totalmente de quien siempre está en sus sueños.
Por lo que he visto te has llevado un reconocimiento por esta obra y te FELICITO, lo extraño lo poco que la han leído y es muy buena, Será porque aquí hay muchos que estos temas de religión les afecta, pero como yo solo miro la esencia de las letras no me alteran. jajaja, Bien te mereces reputación, pero no puedo, lo siento.
Un abrazo

 

Tienes alma de gran escritor, felicidades.
Un placer, abrazos.

 

Felicidades danie por ese reconocimiento,, no lo había visto, y felicidades también por algo que he leído dentro de la prosa, "La intensidad del flujo de nuestros cuerpos, noche tras noche" sí sí he leído bien, Pues felicítala a ella también de mi parte, Que las hay con suerte, jajaja. Un abrazo.

 

Excelente escrito danie, elogio tu forma de escribir ,saludos.

 

Danie, felicidades por tan bello escrito y por el premio. Muy merecido. FELICIDADES!

Saludos,

Lou

 

El fuego eterno describes sin más. Pero quién no quiere quemarse en el, quién no quiere esas brasas?

Intenso en su avalancha de sentires que llegan con cada palabra de tu escrito.

felicitaciones a tu talento querido Danie.

abracito desde Colombia tierra bella

ladulcec zza

 

Frenético e irrefrenable, lo que dices y cómo lo dices. Un placer verdadero caminar por tus escritos.

Un saludo.

 

Felicidades Dani, siempre dije que tienes un gran talento y tus reconociemientos así lo develan. Muy bien escrito. Tienes alma de escritor sin duda. Un gran gusto leerte. Un beso!

 

Ayyy Danie, el amor no puede ser pecado, porque pecado es todo lo que se aparta de lo natural y sencillo. El ser humano desde el momento que nace empieza a corromperse con las leyes antinaturales, se le hace un lavado de cerebro y al final lo malo es lo bueno y viceversa... No quiero religiones, ni cielo ni infierno, solo vivir la vida conforme a lo que siento. Tu prosa es culta, profunda, romántica y subyugante, con imágenes bellas y naturales que realzan su contenido metafísico. Me ha encantado leerte, mi querido amigo. Besazos, estrellas y repu si me dejan.