Confesiones de un criminal

CONFESIONES DE UN CRIMINAL


"... y en el trance de la muerte
abrumado por delirios
evocaba los martirios
que me tocaron en suerte.
Mi voluntad era fuerte
y no quise despreciar
esa muerte sin luchar
hasta el último momento.
Perdido el conocimiento
me encontré en otro lugar.
El silencio era absoluto
y la penumbra severa.
¿Qué nueva sorpresa espera
que tiñe mi faz de luto?
Un arcángel impoluto
escupió una llamarada.
El rencor de su mirada
trascendía la razón
y sin mediar compasión
su lanza dejó clavada
en mi pecho ya podrido,
mas no sentía dolor.
¡Procuraba mi fervor
tantos años consumido!
Mi pasado enloquecido
pudo más que su arrebato:
ineficaz alegato
de un delegado impotente
ante el feroz subconsciente
de un criminal insensato..."


--..--
​

 

En la propia vida asesino y víctima se funden en uno mismo.

Muy buen poema.

JULIA

 

Gracias, Duquesa... besos. Chu.

 

Gracias, Rubgy... Abrazos. Chu.

 

Efectivamente, Juan... es el reverso de un mensaje encontrado en un cuadro. Abrazos. Chu.

 

Lo intentaré... cuando no esté pescando. Saludos. V.

 

Jajaja... ¡Menos mal que no es la lujuria...! Chu.

 

Naturalmente, Mariluz. Besos. Chu.

 

Si ya el comentario es un honor, imagínese la comparación. Muchas gracias, Eduardo. Un abrazo. Churrete.

 

Gracias, César. Un abrazo. Vicente.