Dos Lunas

Las lunas que me circundan,
dos orbitas de plata,
ambas en medio de este universo que construí ,
con mis palabras.

Una viste el amarillo de trigo en sus cabellos,
y los bosques duermen en sus ojos australes,
ella,
tiene el calor de mi carne que le reclama.

Duerme la otra en la distancia,
ella duerme en las letras ,
y reposa en los versos que llueven en sus ojos,
ella niega el olvido del brazo de otra vida.

Me visitan ambas,
en mis noches ,
cuando quiero extrañar,
certeza es tu boca roja,
mi luna,
la otra es una inquietud,
que vuelve cuando el cielo está más negro,
y me faltas tú.



No he podido verlas juntas,
nada se de tus ojos luna boreal,
tu vos me toca el oído,
tus letras los sentidos,
pero el cielo es ciego en tu luz,
y me niega el destino y tu brillo.

Más persistes en convencerme,
y me dices que estas orbitando el universo
que cree para ti,
del brazo de otra vida y pensando en mí,
pensando en mí, hasta ahora.

Y me has dejado muerto algunas veces,
en un panteón de tiempo,
y yo queriéndote ver ,
por qué no sabía vivir si usted,
y solo deseaba morir en tu seno.

Te espere hasta que se me cansaron las horas,
te espere y cayeron tres veces las hojas,
te espere y me regalaste los primeros cabellos blancos,
los mismos que brillan hoy en tu ausencia.



Te espere, hasta que alguien pasó por mí,
antes que usted,
alguien que me miro a los ojos,
y me pregunto por mi tristeza,
alguien que lloro por estas letras,
alguien que acaricio mis sienes blancas por ti.

Y que junto los ladrillos, uno a uno,
y repuso los faltantes,
alguien que seco las lagrimas
y me dijo al oído que me faltaba escribir un verso,
y que lo podía escribir en sus pechos.

Tu vienes ahora Luna desconocida,
y te posas sobre mí y delante de la Luna mía,
y…
no puedo saber a cuál miro con más atención,
o con más intención.

Tú me robaste el aliento de tres inviernos,
ella me alimento en el verano , cuando estaba muerto,
ella me hace ¡ sonreír!
Y tu vienes con la nieve de tus épocas,
y me congelas con una palabra.


Las lunas que me circundan,
dos orbitas de plata,
ambas en medio de este universo que construí ,
con mis palabras.

Florece la noche y el recuerdo reclama desde adentro,
hay donde se aloja mí intimo ser,
hay donde yo no puedo mentir,
hay donde luchan los fuegos ,
que arden en mí.

Te espere hasta que alguien pasó por mí,
y llegaste cuando menos te esperaba,
pero te fuiste del brazo de alguien
que según dijiste te quería,
y al preguntar por ti,
por respuesta recibí tu silencio.

Y me quede pensando en ti.

Mis días fueron eternos,
y me prometí que si volvías mañana,
siempre te amaría.

Puedes volver mañana ,
yo siempre te amare.
​

 

Muy bellos tus versos amigo...emocionan...un gusto siempre...
Te abrazo con todo mi cariño...