Sonreir en el exilio

Sonrío todos los días, las mañanas, las tardes, inclusive cuando duermo sonrío
sonrío cuando lloro, cuando estoy nerviosa y cuando el estrés me invade
siempre sonrío, y podría decir que estoy feliz

Sonrío cuando cierro los ojos y te imagino
y más aún cuando recuerdo esos locos momentos
sonrío cuando paseo por lugares y veo
ese momento pasado, de nosotros dos

Sonrío cuando recuerdo las sorpresas
esas que preparabas
sonrió ante el vistazo de cada uno de los detalles
sonrío ante las atenciones
y sonrío ante las travesuras
de una noche en un antro en la playa

Sonrío cuando siento, para no reprimirlo sonrío
sonrío cuando te escondes y me doy cuenta
y cuando cuido que no descubras que "sonrío"
sonrío cuando me escondo, no es cómodo pero sonrío
Sonrió con tu presencia, fugas ausencia
y sonrrio en el exilio.

Confieso que sonrío cuando me acuerdo del día que te conocí
y sonrío más, cuando le confieso a mi espejo no estar arrepentida
de cada una de las cosas y palabras y noches y salidas
y llegadas, que en tu compañía viví

Sonrío al saber que termina
que hay dos caminos distintos y separados que seguir
y tampoco me arrepiento de andar por donde ando
aunque algunas veces creo que no es camino para mi.
Sonrío, porque no quiero llorar
porque "fue bonito mientras duró"
y sonreiré cada día que recuerde cada cosa o detalle
Sonreiré porque eso me hace feliz!

 

Siempre una sonrisa es un bienestar para el cuerpo, nunca se debería perder. me ha gustado tus letras Lilishka.
Un placer haberlas leído.
Saludos.

 

gracias ricardo, un honor!

 

Es hermoso, conmueve, una preciosura lindísima.
Te abrazo con todo mi cariño.