Sediento.

Sediento.

Late, late sin descanso mi corazón por verte.
Mueren mis labios por dibujar su rostro el los tuyos.
encaminaré mis labios por la hoguera
por donde se agita y hierve incesante la sangre.

Quiero sentir estremecerte entre mis muslos.
Que tus ojos se pierdan y vuelen como alas de gaviota
Aves marinas se abren paso en aires estivales
recorren impacientemente tu frágil cuerpo.

Voy a dejar la sombra de un beso en tu cuello.
Estímulos sumisos respiran el aroma circundante.
Desplegaré mis alas para cubrirte toda…poro a poro.
Beberme el cáliz, de norte a sur…de polo a polo.

Embriagarme del vino, cosecha de las uvas tiernas
mecidas en la imperdible dulzura de tu pecho.
Cubrir con la oscuridad de mi boca las cimas
de tu anhelante cuerpo, ven a mi…que tengo sed de ti.

Geber Humberto Pérez Ulín.

 

La sed de amar es la que no se sacia si no es bebiendo del caudal que mana del ser amado.
Me quito el sombrero ante tanta pasión hecha poesía.
Me alegra haber sido la primera en acudir a deleitarme con estos versos tan bellos.
Mis aplausos amigo de los ojos color café.
Abrazos!

 

No puedo dejarte reputación , pero sin duda es tuya .

¡¡reputación merecida!!

 

Es un honor la contemplación de tus bellos ojos a estas letras Betty, abrazos.