Ahora soy tu enemiga

Se puede oler el humo del cigarrillo,
Lo conozco de memoria,
Como un viejo libro de historia,
Pero un día viendo la televisión,
En un amplio balcón,
El teléfono estaba en silencio,
Y nunca sonó,
Vivir sin ti, me pregunto amargamente,
Tú también sin mí, seguramente.

¿Y por qué esto paso?
Ahora soy tu enemiga,
¿Por qué cometí este delito?
Y es que alguien ya mi sentencia ha escrito.

La ciudad no duerme,
Y es que está atenta a lo que sucede,
Mi juicio ha comenzado,
Nadie me ha salvado,
De días o de años,
Será mi veredicto,
Pero lo admito,
No rogaré por compasión,
Y no podré vivir sin tu perdón.

 

Gran obra cargada de desilusión, me ha gustado la fuerza de tus frases, un saludo y estrellas a tu cielo.
Franc.

 

¿Así que el el móvil nunca sonó?... debiste llamar tú.
Hombre, me encantó. Es justo lo que buscaba leer al menos en este momento. Felicidades.

 

Hay acciones que nos hacen sentirnos culpables de situaciones que no sucedieron. Saludos y estrellas.

 

piensas como poeta, es muy bueno estar en este portal donde podrás crecer bastante, ya eres poeta se ve en este buen tema

saludos, bienvenido !