Quédate

Hasta tarde me quedo despierta,
Esperando a que se abra la puerta,
No entiendo a ¿qué es lo que juegas?
Vienes y me amas,
Para desaparecer,
Con la excusa de que alguien te llama.

Siempre estás en lo mismo,
Y haces caso omiso,
Escondiéndote y escapándote,
El día se acaba,
E igualmente lo hace mi calma.

Quédate,
Nunca te quedas,
¿Qué hago para que cedas?
Quisiera que te quedaras,
Pero siempre te marchas.

No me hagas esperar,
El cielo no se va enterar,
Y voy a desesperar,
Vamos no me hagas esperar,
Quédate un rato más.

Cuando te miro a los ojos,
Siento que la culpa me va a matar,
Sé que está prohibido,
Aun así no me ha de importar.

 

El reflejo purificado de la esencia poética, cosecha imágenes selectas y encumbradas; los trazos se visten de canto y los suspiros albergan los tinteros, latiendo a flor de alma. Quédate en el altar de la poesía, quédate. Mis sinceras felicitaciones por esta magna conquista.

 

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Ay amiga, esos amores trocados..linda poesía...no siempre podemos tener lo que de alguna manera nos hace feliz,
buen día abrazos.