Cuando me encuentro

Es el camino que aparece delante de mis pies,
La única salida que consigue darme la vida
Ante las grietas desesperadas del tiempo.

Siento el abismo desplazarse sobre mi cabeza,
Con Imaginarias recetas que no logró construir,
Esas que una tras otra asoman implacables.

Mis sentidos permanecen yertos,
Mi mete lívida se balancea de un lado a otro
En un intento de salir en busca de algo perdido,
Camino absorta buscando respuestas,
En un camino de piedras y visiones de hace tiempo.

El aspecto del día va cambiando lentamente
Mientras la consternación le cede paso a la euforia,
Tan repentina como la vida misma.

He lidiado en crueles batallas que volverán
A enajenarme nuevamente sin compasión,
El viento detiene mi trayecto en las esquinas,
El susurro se convierte en vivaces voces
Que me devuelven el sentido.

Como las aves regreso de la migración,
Volviendome sobre mis pasos para encontrarme
Oculta del silencio de mi cuarto.
​

 

Decadente al principio luego alude, si no me equivoco, a que ya está,
la tormenta terminó y vuelves a tu estado natural ¿?

Las batallas internas siempre están, algunos siempre tienen las mismas,
otros siempre diferentes, pero todos tenemos batallas internas y externas...
Lo que importa son los resultados y lo que hacemos con ellos.

De los pocos poemas decadentes, turbios y deprimentes, muy buenos, que he leído.
Bueno en verdad.

Era muy buena de niña en ese juego de encuentra el tesoro perdido... mi truco
era saber lo que estaba buscando y usar la vista... Nada, me vino eso con el verso verde.



Buen regreso...