y ahí sigue

Encantada de leerte en este oasis de ilusiones Rosario.
Un Abrazo cálido para tí y para las dunas de tus versos que brillan con esa luz maravillosa del desierto.

 

Mientras amanezca...
Gracias, estimado compañero,
un abrazo

 

Escuché la canción y aún la escucho.
Gracias, amigo,un beso

 

Hermoso comentario, Lirae,
que la ilusión te acompañe.
Gracias, compañera,un abrazo grande

 

Gracias, compañerito del alma,por tu apoyo,
por estar y seguir ahí...
Gracias a toda la corporación,siempre...

Un abrazo amigo

 

Siempre habrá una luz
pero sino la encontramos
será cuestión de adaptar los ojos
al paisaje...
Gracias por ese abrazo de luz, compañera,
ojalá te llegue el mío.

 

Las amistad, como la tuya,es agua cristalina
donde beber y llenarse de amor.
Gracias, querido amigo,un beso

 

Gracias, Yaneth,perdóname la tardanza en contestar.
Espero que todo vaya muy bien, compañera,allá donde estés.
Un abrazo grande

 

A medida que bajo por tu mundopoético perfil, yo voy, paradójicamente, in crescendo contigo.

Atravesar el desierto conlleva la posibilidad de morir de sed, pero siempre se puede dar con un oasis entre duna y duna. Incluso siendo un espejismo, podría salvarte la vida (si creyeras en él lo suficiente).

A lo mejor no ésta, sino la otra. Que ya es algo, dicen por ahí.

 

¡Madrecita de las palmeras!
Se me había pasado este pedazo de comentario, David,
muchas gracias,un beso...
Ayer, justo ayer,encontré el camino hacia un oasis...

 

Que belleza en la sutil melancolía de la brevedad de tus languidos versos, siempre la vida nos deja varados en alguna parte, a mí muchas veces, te lo aseguro. Un abrazo amiga Rosario. Paco.