los sonidos de la noche - soneto

los sonidos de la noche

Me llegan los agudos alaridos
que dan los perros a la madrugada
y se oye esa canción acompasada
que es el cri-cri de grillos renegridos;

oigo también cercanos los aullidos
de algún felino en celo en su llamada
lastimera, llorosa y desgarrada
que atrae a su pareja con quejidos.

Esos ruidos me invaden esta noche
cuando despierto estoy como un fantoche
en las lóbregas horas de vigilia

cuando la mente alerta no concilia
el sueño y me acompañan en la eterna
noche sin ti, sin tu mirada tierna.
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Excelente soneto,

amigo juan ramón con ese final en pareado que me encanta y que sirve de rúbrica al poema. Suena muy bien en el recitado con ese acento mantenido en sexta excepto el segundo verso que es un heroico difuso, y en cuanto al tema también me identifico, pues ¿quien no ha sentido alguna vez esos sonidos propios de la noche que le han perturbado el descanso, o bien le han hecho meditar...?.

Un abrazo.


Miguel Angel.

 

Melancolía que embargan a vuestras bellas letras que bañan este magistral soneto donde los recuerdos en el paisaje de la noche se vuelven dulces, tristes y tiernos. Hermosisimo poema poeta Jmacgar, saludos para usted

 

Estimado amigo, antes que nada agradecerte tu pronta visita a este soneto; te diré que tengo dudas de si la versión que leíste es la que está ahora editada, pues en un posterior vistazo que le di al soneto me di cuanta de que había asonancias en los pareados finales en relación a los cuartetos, por lo que decidí cambiarlos suprimiendo dichas asonancias. Creo que han mejorado los versos con relación a la primera versión.

Gracias de nuevo y un abrazo.

 

Querido JR, cómo reconozco esas noches "sim-par"... soy de la opinión, a diferencia de la mayoría, que los mejores versos se escriben en las distancias largas, tienen ese halo de melancolía que tanto me gusta! (soy rarita, lo sé... y un poquito masoquista??) El caso es que me suenan mejor con un suspiro de añoranza que con un suspiro de... (lo dejo ahí!)
Besos y mis estrellas porque lo otro me ha dicho la maquinita que nanai! (malvada...)
Eva

 

Gracias de veras amigo, por tan halagador comentario.

Te mando un abrazo.

 

"cuando la mente alerta no concilia
el sueño, y me acompañan en la eterna
noche sin ti, sin tu mirada tierna."

Me gusta especialmente el terceto final. La mirada tierna ahuyenta todos los temores de la noche.

Buenas noches y felices sueños.

 

Yo creo que los que hemos probado la absenta poética hasta empaparnos,finalmente nos quedamos (casi todos, me temo) algo raritos, Eva, no pienses que te pasa a ti sola, por eso entiendo muy bien lo que dices, por eso entiendo tan bien tus poemas.

Muchas gracias por tu comentario, amiga.

Un abrazo.

 

Gracias Antonio; has hecho un excelente coementario a ese terceto que cierra el poema; me ha parecido un acierto por tu parte.

Un abrazo, amigo.

Un abarzo, amigo.

 

Hermoso y excelente soneto Juan, pues de sencillos detalles fabricas un soneto interesante. me gusta como escribas aunque lo haya reptido-

Mi abrazo cordial,

Gonzalo

 

Gracias Gonzalo; agradezco mucho tu visita y generoso comentario, amigo.

Un saludo muy cordial.

 

En esas noches donde el sueño se nos niega, suelen nacer poemas espléndidos; como espléndido es este soneto con tercetos pareados, que suenan a gloria.
Un abrazo y toda mi admiración, Juan.

 

Un bonito soneto nos dejas amigo Juan Ramón, donde los sonidos
de la noche nos hacen llegar al desvelo, pero en ocasiones, no en vano.
Siempre es un placer poder pasar por tus letras y disfrutar
de un bello trabajo. Besos y un abrazo. Tere

 

A gloria me sabe a mi tu comentario, Luis, que te agradezco infinitamente.

Un abrazo grande.

 

Gracias de veras, Tere; es un verdadero placer saber que lees mis poemas; tu comentario es de lo más alentador, amiga.Un abrazo.

 

Podría contarte una historia tenebrosa de como los desvelos magnifican los ruidos de la noche, tornándolos a veces plenos de premoniciones tristes. Lindo soneto, Juan, e imagino que después de los encabalgamientos del segundo terceto no habrás podido conciliar el sueño por varios días: ¡pecador empedernido!
Me llamó la atención la repetición, que no me parece de esas hermosas repeticiones que conocemos tan expresivas, del adjetivo «desgarrado/a» en los versos 1 y 7 .
abrazo
Jorge

 

Quise describir eso que se suele llamar "una noche de perros", nunca mejor dicho. El silencio de la noche, Jorge, todo lo magnifica, sí.

Te doy la razón con lo de "desgarrado" y, aunque había suficiente distancia entre ellos, es cierto que es adjetivo muy impactante y se nota mucho su repetición; nunca es tarde para corregir y corregido queda. Te agradezco el apunte.

Lo de los encabalgamientos ya sabes que es como mi firma...

Gracias por tu paso y comentario, amigo.

 

La noche se vuelve toda una penumbra musical de sonidos que varian dependiendo la conciencia de tus pensamientos...

exelente poema---
aplausos...-
y besos rosas

 

Gracias mil estimada poeta por este comentario. Disculpa mi retraso pero este tipo de despistes me suceden, por desgracia, con mucha frecuencia.
Un saludo muy cordial.

 

Queda claro, cuando te apetece y te da la vena lírica no hay quien te gane. Esos atrevidos encabalgamientos rematan la calidad de un soneto impecable a todas luces.

Mi abrazo.

 

Ya te decía hace poco que tengo muchos registros, Vicente.

Gracias de veras.

Un abrazo.

 

Cómo me ha gustado y no había entrado antes pensando que era el poema del coche y la noche que ya había leído y comentado.
Al rescatar Vicente el último terceto me he dado cuenta del error.

Lo que más me gusta del poema es como parece un hermoso recopilatorio de sonidos de la noche hasta llegar a un final nostálgico y diría amoroso.

Un abrazo Juan Ramón, gracias por compartir tu poesía.
Oncina.

 

Precioso y melancolico soneto ,Juan Ramon, un placer leerte amigo, un abrazo.

 

Bien sé yo, Luis, que no todo lo que se pone a cuatro patas y aúlla "cuando yo sé" tiene que ser un animal salvaje (aunque algunos hay que se vuelven muy salvajes cuando "eso", todo hay que decirlo), y tampoco hace falta que sea de cuatro patas, también se puede aullar en la postura del misionero, que te lo digo yo.

Pero vayamos a los felinos; los felinos nuestros, aunque estén a miles de kilómetros de los de Benidorm, creo que son muy parecidos a los de ustedes, pues no creo que en Canarias haya surgido una variante según la ley evolucionista de Darwin, aquella de los picos de los pinzones de las Galápagos, que descubrió cuando el capitán del Beagle le hizo el favor de llevarlo de viaje con ellos (¡que fructífero viaje, por cierto!)

No, no, aquí los minifelinos llamados gatos deben ser igual que lo de por ahí, o sea que ronronean y maullan, y no lo hacen ni en valenciá ni en canario, lo hacen como la genética los enseño igual ahí que aquí, pero ¡amigo mío!, además de eso hacen algo más en épocas de celo, como tengo más que comprobado pues por mi entorno, y desde muy pequeño, los escucho en altas horas de la noche; a esos llamados con los que requiere el macho a la gata "caliente sobre el tejado de zinc" (lo siento, no puedo dejar mi cinefilia) a eso, Luis yo no lo llamaría ni maullido ni ronroneo, porque no es ninguna de las dos cosas, lo que hace es un repetitivo y lamentoso

aullido

De aullar.

1. m. Voz triste y prolongada del lobo, el perro y otros animales. U. t. en sent. fig

de hecho su sonido me recuerda mucho al de un bebé llorando.

Apesar de que al final de la definición dice del Drae "usado también en sentido figurado", yo no lo puse ahí ni siquiera en sentido figurado sino real, pues ahí dice de lobo, perro "y otros animales", sin especificar ¿no?, pues para mí ese "canto" de los gatos en celo son aullidos, si tu crees que no estás en tu derecho, no vamos a discutir por eso que a lo mejor es solo cuestión de diferentes apreciaciones del oído de cada cual...

saludos y gracias por pasar de nuevo.

 

Un placer para mí es que me visites y dejes tu comentario, amigo,
Un abrazo.

 

Pues ya ves, Oncina, como hay más noches algunas con coche y otras sin. Le acabo de dejar un comentario a Cetrero en sus alejandrinos donde le hablo de otra noche, esa sí con coche, que tuvo la magia de regalarme un arcoiris de Luna llena, una rareza que me tuvo a bien darme el cielo y que dio origen a un soneto que por ahí debe andar.

Esa forma de acabar el soneto tornándolo íntimo en sus últimos versos la aprendí del poeta argentino Enrique Banchs que hace eso maravillosamente bien.

Gracias. Te mando un cordial saludo.

 

Pues sí, todo ese coro de músicas no celestiales también los he sentido yo en el campo. De hecho una noche pensé que andaban sacrificando a algún niño en un posible aquelarre, pues los aullidos como llantos y gritos lastimeros me estaban poniendo los pelos de punta. Incluso me asomé a la ventana y comprobé que había una cohorte de gatos lanzando esos sonidos extraños que nunca antes había oído.
Creo que esto corrobora lo de los aullidos gatunos.

Tu soneto, como siempre, estupendísimo. (Esto me recuerda a aquel anuncio del Navidul que hacía Bertín Osborne).

Abrazos

 

La noche. Ese duermevela que a mi me ocurre a las tres y que te hace atento a los sonidos del entorno que la imaginación transforma, en tu caso en algo bello.
Como siempre un placer leer tus versos.
Un abrazo.

 

Oídos especialmente receptivos que escudriñan durante la noche buscando algún pequeño eco de su ausencia. Saludos cordiales para ti jmacgar.

 

Qué bonito! Un maestro! Grato leerte.
Abrazo.