San Vicente de la Sonsierra

San Vicente de la Sonsierra


Asombrábase un percebe
del color del gas metano.
¡Qué miserable es mi hermano,
que no paga lo que debe!
(-Porque el que mama no bebe-)
Y a pesar del mucho esfuerzo
del pretencioso mastuerzo
que se afana en escribir,
es imposible vivir
sin el tintorro del Bierzo.


No se piensen que me ofusco
porque ya voy ofuscado,
que el cabrón de mi cuñado
me trató de pelandrusco.
Y tras mostrarle un pedrusco
la tormenta remitió
lo que no me permitió
tararear mi sonata.
Para mí fue una bravata
y el canario sucumbió.


Con la semántica ausente
me declaré a la doncella,
más por rica que por bella.
¡No hay duda que soy valiente!
Pero la muy repelente
hizo gala de zapato
y arremetió contra el gato,
que se quedó complacido.
Y con el morro torcido
enchufaba el aparato.


Y metido ya en dislate
me cautivó la sextina
y la rica mandarina
-que en verano es disparate-
Mas sacudí con el bate
el pelusín de la alfombra
que, amparándose en la sombra,
se empeñó en tirarme tejos.
¡Menos mal que daban lejos!
(-Eso dijo aquella alondra-)


¡Basta ya de tonterías,
que yo no soy un poeta,
solo soy un tío jeta
a quien gustan buenas tías!
Que se guarden las arpías
de mi humor irreverente,
encendido e insolente:
Me dibujaron así,
y lo siento... pero sí,
es mi nombre, soy Vicente.

--..--

Chu

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Mera fantasía pscicodélica. Un abrazo. Chu.

 

Jajaja... me alegro de saber de usted, Maesto. Un abrazo. Vicente.