Desierto

Después de tanto caminar por el desierto, él no hallaba hacia donde andar, llevaba días andando, los compañeros que le acompañaban en la aventura lo habían abandonado.
Tomando un rumbo distinto, ellos se apartaron y él en su terquedad decidió seguir solo.
No sabia que habría sido de ellos, ¿acaso habrían encontrado el rumbo a casa? Decidió aquel día caminar con rumbo al norte, siguiendo su vieja brújula la cual parecía haber perdido el rumbo, se dejó guiar por ella ciegamente,de nada sirvió su entrenada vista que sabía guiarse por la posición de las estrellas.
Tal vez fue la sed, el hambre o los miles de espejismos que le atormentaban,pero le pareció ver un vehículo a lo lejos, corrió hacia el vociferando y haciendo todo tipo de señas con sus renegridos brazos, con sus últimas fuerzas, pero de nada sirvió, nadie contestaba.
Fue hasta que llegó al lugar que parecía un campamento, entonces, cuando su locura desistió, entró en cordura, y con horror en sus desorbitados ojos, al darse cuenta que todo el tiempo estuvo, caminando en circulo.
Expiró...

 

vaya manera de profundizar, hasta me quede con el suspiro sobre puesto, abrazos

 

Interesante historia con un final inesperado... sin final feliz solo una cruda realidad...

Un gusto visitarle amigo Joel....

 

El mágico y bello desierto consigue esos estados extraños cuando se transita por el. No sé cómo será a pie, pero de otra manera sé cómo es. Es el y su forma. Dueño y amo de los vientos, de arena, del silencio, de las estrellas inmensas y de los amaneceres más bellos. Enloquece y se ama su locura. Mágico. Linda y bien escrito tu prosa. Para allá voy... Saludos Joel. Saludos.
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Gracias por la visita y perdón Marian por ese suspiro.. abrazos !!

 

Gracias garrubiel por la visita y en realidad la vida es así con finales inesperados.. besos!!

 

Gracias buena amiga Elisalle. Por todo, agradecido.. abrazos !