Pequeñeces - soneto

Pequeñeces



Trémulas hojas que la brisa mueve
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en el hermoso sauce junto al río,
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tiernas espigas de combado leve
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preñadas ya de grano en el estío,

gráciles mariposas, blanco nieve,
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libando de las gotas de rocío
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que en los pétalos dejan su relieve…
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pequeñeces que son del gusto mío;

me complacen los días lluvïosos
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vistos tras el cristal de la ventana,
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o ver morir el sol en el ocaso

[COLOR=navy]dando color a cirros tan preciosos[/COLOR]
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[I][COLOR=navy]y anunciando la noche ya cercana.[/COLOR][/I]
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[B][I][COLOR=navy]Con esas pequeñeces me solazo.[/COLOR][/I][/B]
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Precioso soneto Juan Ramón,

que capta en esencia el encanto sutil de la vida. Todo aquello que alcanza nuestra retina y que por el hecho de ser algo repetitivo, no deja de perder un ápice de belleza. Me gustó mucho la musicalidad que tiene ya que alterna versos de todo tipo, y en especial esos dos sáficos (el primero y el tercero) Trémulas hojas que la brisa mueve

tiernas espigas de combado leve

Un abrazo, amigo.

Miguel Angel.

 

Quien conoce pequeñeces
disfruta de la grandeza,
y sensible es su agudeza
si con ellas enloqueces;
esto genial nos ofreces
con exquisita nobleza.
Un abrazo

 

Gracias de veras, Miguel Ángel. Valoro mucho tu opinión, amigo.

Un abrazo.

 

Este soneto también me ha llegado profundamente, amigo. Te lo "robo" con tu permiso. Para mi es uno de los mejores que he leído tuyo y de otros.
Mis estrellas, Juan y un cordial saludo

 

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tus versos al comentar
me sorprenden gratamente
siempre te salen muy prontos
siempre muy prontos los tienes.


Gracias, amigo.

Un abrazo.

 

Esas pequeñas cosas que decía Serrat.
Muy grato leer este poema.

elPerro

 

Hay ocasiones (quizás casi todas) en que esas pequeñas cosas encierran el germen de la felicidad. ¿qué decir, por ejemplo, del saboreo de una buena copa sentado a la brisa de una playa caribeña?... Seguro amigo mío que de esas pequeñeces has disfrutado muchas.

Un abrazo y gracias por pasar.

 

Me encanta cuanto brota de ti ese lado tan contemplativo y sensible, amigo. Se ve tan transparente el paisaje desde tu mirada, uno puede quedarse horas contemplando sin que exista consciencia de tiempo, pues todo lo que goza de vida y movimiento transpira belleza.

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Un comentario verdaderamente halagador, Epimeteo, que te agradezco profundamente.

Un abrazo, amigo.

 

Hermosas letras que te transportan.
Un cordial saludo.

 

Maese Jmacgar, amigo mío:

Como dirían los maestros orientales: "Quien percibe las cosas pequeñas es un vidente".
Desgránalo filosóficamente y comprenderás.
Pero al margen de ello, reparar en las pequeñas cosas
nos agranda el mundo, nos hace darnos cuenta
de que todo no es solamente infinito, también numeroso.
Excelente soneto que amerita mil estrellas.
Mis respetos recepta.

 

Gracias por tan agradable comentario, Huella. Me complace mucho tu presencia en mis poemas.

Un abrazo.

 

Muchas gracias, amiga, y bien llegada a esta casa.

Saludos muy cordiales.

 

Una gran satisfacción me das amigo con tu comentario.

Un abrazo agradecido

 

Es una bella pintura cuyas imágenes se recrean en el pensamiento. Ha sido un gran deleite pasar por tus versos, estimado Juan.

 

Eso es, en esencia, lo que he querido expresar, Luis Enrique. En laspequeñas cosas puede haber también mucha belleza, amigo.

Gracias por dejarme tu comentario.

Un abrazo.

 

Está muy bien saber solazarse con las pequeñas cosas y saber plasmarlo en versos para deleite propio y ajeno.
Un abrazo.

 

La satisfacción es mía por tu visita y comentario, amigo.

Un abrazo.

 

Vaya pequeñeces, amigo: son la sal de la vida esas cosas. Esa foto que ilustra tu poema bien podría ser obtenida en las vecindades de mi casa de la isla. Existe aquí la leyenda del «mal del sauce»: dicen que te atrapa, y si te alejas de las riberas donce vive te aqueja una incurable nostalgia. Yo soy un creyente ferviente en esta leyenda: tres días sin ver el río y ya me siento raro, jajaja.
abrazo
J.

 

Si esa foto ha tenido la virtud, Jorge, de recordarte ese idílico lugar a donde huyes "del mundanal ruido", bendita foto. Realmente debe ser un lugar como para echarlo de menos si te alejas demasiado, comprendo eso de " el mal de los sauces", tiene bastante sentido, sí.

Te envidio.

Un abrazo.

 

En la vida las pequeñeces son el motor de la felicidad. Ser felices con esas pequeñeces es una tarea que todos debemos aprender y solamente así seremos hombres completos que supimos vivir la vida.
Precioso soneto, amigo.
Un abrazo.

 

No son pqueñeces son grandes musas que te inspiran los gigantes y hermosos versos qu compartes

mis estrellas

Afectuoso saludo